TORU COBAYOWSKY
Un buen día mi cobaya, se me encaramó a la chepa. Entonces al estar tan cerca del oído noté una respiración rara. Sonaba a cafetera. Se lo comento a Bruce Lee. La coge, la acerca a la oreja y llega a la misma conclusión: suena raro. Miramos en internet, a ver si había que preocuparse o no. Y resultó que si. Que era mailisisisímo para una cobaya contraer alguna enfermedad pulmonar, y que era algo corriente en cobayitas jóvenes. Menuda putada... Llamamos al veterinario y allá fuimos.
Efectivamente, neumonía, nos comenta el veterinario. La auscultó y dijo que no sonaba nada bien. Antibiótico al canto, vitamina C a tope y volver en una semana. Que tuviésemos paciencia al darle el medicamento por que no les solía gustar y tal y cual. Por suerte, yo venía curtida en tales lides. Cuántas veces no habré visto a mi abuela pelear con bichos enfermos, sobre todo perros, pinchándolos, dándoles medicinas, haciéndoles curas... Así que ya sabía el truquillo para no tener que martirizar al pobre animalillo, y que se tomase el jarabe asqueroso sin problemas.
Así que empezó el ritual. Antibiótico cada doce horas, y vitamina C a gogó.
Así que empezó el ritual. Antibiótico cada doce horas, y vitamina C a gogó.
Fisioterapia respiratoria |
Oteando desde mi chepa |
En mitad del periplo personal de Toru hacia la recuperación, Bruce Lee recibió muchas malas noticias de compañeras del curro: "pues la mía se enfermó y se murió"; "nunca sobreviven a una neumonía" ... Y cuando me lo contaba al llegar a casa yo me ponía en modo hostil y pensaba: muchas gracias por los buenos deseos, ¡agoreras de mierda! Toru se va a poner bien. Por que es como sus dueños: una luchadora nata. FUCK YEAH!
Una noche viendo una peli, la respiración de Toru empezó a sonar muy mal. Bruce Lee la cogió y comenzó a hacerle ejercicios de fisioterapia respiratoria (si es que al final, ir a la universidad sirve para algo). Estuvo un rato ayudándole a respirar, haciendo una pequeñísima presión sobre el pecho. Y en cuando terminó, la cobaya estornudó y soltó todos los mocos que la estaban jodiendo. ¡Muy bien Toru! Y el resto de la noche fue todo paz y armonía.
La tuve haciendo ejercicio todos los días. Que corriese, que saltase... nada de quedarse en un rincón en modo convalecencia; hasta conseguí que se pusiera a dos patas para pedir comida. Comida fresca y más ejercicios respiratorios que le ayudaban a movilizar toda la mierda de los pulmones y a expulsarla.
La tuve haciendo ejercicio todos los días. Que corriese, que saltase... nada de quedarse en un rincón en modo convalecencia; hasta conseguí que se pusiera a dos patas para pedir comida. Comida fresca y más ejercicios respiratorios que le ayudaban a movilizar toda la mierda de los pulmones y a expulsarla.
A la semana volvimos al veterinario y nos atendió una chica muy dicharachera. Entramos en la consulta y nos dice: a ver como está, porque en el informe ponía que pintaba muy mal. La ausculta. Nos mira y sonríe. "Está perfecta, ya no tiene nada". Bruce Lee y yo sonreímos y chocamos los puños.
-De todos modos- continuó diciendo la veterinaria - seguid con el antibiótico dos semanas más y blablabla...
Salimos de allí muy contentos. Nos pusimos a bailar en medio de la acera diciendo: ¡Somos los mejó-res, somos los mejó-res! Mientras la gente nos miraba con cara de "están locos estos jóvenes".
Llegamos a casa y nos fuimos a tomar una cervezas para celebrarlo. Aprovechamos el día soleado para sentarnos en una terraza. La conversación entre nosotros era sobre la corroboración de que los animales se acaban pareciendo a sus dueños. Como la gata con calvas que vimos en la sala de espera, y era por que estaba muy estresada... no había más que ver a la dueña, una histérica de la vida. Normal que el gato se estresara, seguro que la estresabas tú, tonta del culo. Y otra con un perro patada, igual que su dueña, una niña patada..
.
Llegamos a casa y nos fuimos a tomar una cervezas para celebrarlo. Aprovechamos el día soleado para sentarnos en una terraza. La conversación entre nosotros era sobre la corroboración de que los animales se acaban pareciendo a sus dueños. Como la gata con calvas que vimos en la sala de espera, y era por que estaba muy estresada... no había más que ver a la dueña, una histérica de la vida. Normal que el gato se estresara, seguro que la estresabas tú, tonta del culo. Y otra con un perro patada, igual que su dueña, una niña patada..
.
Celebrándolo a tope |
Por suerte nuestra cobaya tiene unos dueños estupendos de la muerte, que nunca se rinden, y por eso ella es una atleta, fuerte y luchadora.
El otro día, como ya veo que se va haciendo más grandota la ascendí. La recluta Toru Cobayowsky ha pasado de comedero pequeño a comedero grande. Normal que se curase, con las zampadas que se mete...
Así que hoy, queridos amigos, es día de regocijo. ¡Celebrémoslo con unos copazos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario