#b-navbar { height:0px; visibility:hidden; display:none }

miércoles, 31 de octubre de 2012

JÄGERMEISTER. Cómo tumbar a un escocés bebiendo


REZA LA WIKIPEDIA QUE: 


"El Jägermeister es un licor muy popular de la baja sajonia (Alemania), que tiene el 35% de contenido alcohólico. Está hecho con gran cantidad de hierbas, unas 56, y también se incluye entre sus ingredientes frutas, especias y raíces, regaliz, anís, jengibre, bayas de enebro... Todo esto macera  en agua y alcohol durante 2 ó 3 días. Luego se filtra y pasa un año en una barrica de roble. Tras este tiempo se filtra de nuevo y se mezcla con azúcar, caramelo y agua.




Brebaje del demonio
  (www.wallpaperdj.com)

Jägermeister significa "maestro cazador", y su logo es un ciervo con una cruz entre los cuernos, que hace referencia a S. Huberto y S. Estaquio, patrones de los cazadores. Durante la 2ª Guerra Mundial fue utilizado como desinfectante entre las tropas alemanas."

Tras esta breve intro para los no duchos en licores, os contaré la historia de cómo nos conocimos el "Maestro Cazador" y yo.

Estaba pasando unos días en F. y decidí quedar con una amiga para tomar algo por la noche. Ella fue, en modo avanzadilla, a tomar posiciones a una de nuestra cervecerías favoritas, pues es un sitio muy acogedor, con buena música de rock y muchas cervezas de importación en la carta, que se abarrota las noches del fin de semana. Cuando llegué estaba apostada en la barra saboreando una Waterloo, servida en su copa de cerámica, donde se mantiene fría mucho más tiempo. Tomé "prestado", en modo ninja, un taburete a un grupo de personas que estaba charlando cerca de donde mi amiga Eowyn había tomado posiciones. Me senté y pedí: ¡otra para mi! 


Copa de cerámica
donde la cerveza se mantiene fresquita

Bebimos y charlamos. Cuando terminamos nuestras Waterloo pedimos otra ronda. Mientras nuestro amigo camarero nos servía las cervezas, entró un escocés y saludó a Gimli, el camarero. Cruzaron unas palabras en inglés y le sirvió una cerveza. 

El local estaba a reventar. Eowyn y yo seguíamos bebiendo, charlando y riendo. Entonces Gimli, se acerca muy sigiloso a nosotras con una botella verde en la mano. Nos la enseña, en modo contrabando, y nos dice: -¿habéis probado alguna vez el Jägermeister?- Y, sin darnos tiempo a contestar, ya había puesto dos vasos de chupito en la barra y los estaba llenando con un oloroso brebaje. Antes de irse nos advierte que, aunque sea un chupito, no es para beberlo de golpe. Que debemos dar sorbitos pequeños, y saborearlo. 

Nosotras tomamos nota del consejo. Cogemos los chupitos, olisqueamos, brindamos y le damos un sorbito. "Aprobado", comentamos ambas. Y seguimos con nuestras cervezas, alternando, de vez en cuando, con el chupito del maestro cazador.

Pasado un rato, apuramos las bebidas, y pedimos otra ronda de todo. 

-¿Os ha gustado,no?- nos pregunta Gimli.
- Mucho. ¿Nos pones otros dos?
- Muy bien, chicas.- nos dice. 

Coge la botella y se pone a hablar con el escocés de la barra. Hablan un rato y, en esto, el tío nos mira con los ojos desorbitados. Mi amiga Eowyn y yo nos damos cuenta del detalle y le preguntamos a Gimli que por qué nos mira así. Este nos dice que le ha comentado que hemos bebido Jägermeister, y que vamos a tomar otra ronda, y que el rudo higlander ha flipado.

El local se ha ido vaciando poco a poco. Gimli nos sirve otra ronda de cervezas y chupitos. En esto, el escocés, pide un chupito de Jägermeister, y nada más terminar de servirselo, lo levanta hacia nosotras y se lo bebe del tirón. -FUCKING HELL!- exclama poniendo unas muecas de asco en la cara, que ni la niña del exorcista. Se repone y nos enseña el vasito vacío, como retándonos. Mi amiga y yo, que no nos amedrentamos antes tales bravuconerías, cogemos nuestros chupitos, brindamos entre nosotras y le hacemos el mismo gesto que él nos hizo. ¡GLUP! Nos bebemos el chupito de un trago. Le enseñamos los vasos vacíos, los dejamos en la barra con un sonoro golpe, y le decimos a Gimli - ¿Nos pones otro?- El escocés no daba crédito (como los bancos).

Cuando el camarero nos servía otra ronda, vemos al tío haciendo un gesto para que a él también le sirviese otro. Gimli se descojonaba de la risa. -Mira como se pica el highlander- le digo a Eowyn. Entonces los tres hicimos como un brindis  ritual y ¡zas! lingotazo p´al gazanate. 

-FUCKING HELL!!- volvió a maldecir el escocés.





Finalmente, el tío arrastró su taburete hasta donde estábamos sentadas, y entabló conversación con nosotras. Nos preguntó si hablábamos inglés, a lo que contestamos afirmativamente. Entonces el tío nos dijo que se llamaba W. y que estaba en la cuidad por un tema de blablabla. Eowyn y yo saboreábamos nuestras cervezas y charlábamos con W. El local ya casi estaba vacío, y comenzaron a cerrarlo. En eso, el dueño se acerca a nosotros y nos dice, que como va a cerrar, que va a permitir fumar, que si nos importa. - No, no- le decimos. -Si nosotros también fumamos. 

Gimli se acercó a nosotros con el pitillo colgado, ya humeante, de los labios y abriendo, de nuevo, la botella del licor sajón. Esta vez puso 4 chupitos sobre la barra, para brindar todos. Ese lo bebimos poco a poco, para alargar ese pequeño momento de descanso que se tomó el camarero antes de ponerse a limpiar.

W. se despidió de notros y se fue porque dijo que ya estaba muy borracho y que mañana entraba a currar muy temprano. Eowyn y yo fumamos el último cigarro en la calle con Gimli y nos fuimos a casa.

Pasados unos días, estando de tiendas con Eowyn, se puso a llover y  fuimos a la cervecería , esta vez  a tomar un café. Entonces Gimli nos contó que el escocés había vuelto al día siguiente y que le estuvo relatando su fatídica noche. Nos contó que el tío estuvo fatal, vomitando, que llegó 5 horas tarde a currar, que llegó en modo walking dead y con una resaca del copón... ¡¡¡JAJAJAJA!!! ¡PERO QUE FLOJO! Nos reímos Eowyn y yo, porque nosotras nos habíamos  levantado como dos rosas. 

-El tío no sabía con quien estaba compitiendo- sentenció Eowyn.
-Muchas noches etílicas empapadas en absenta- dije yo. Y nos echamos a reír los tres.

Y así, queridos amigos, fue como conocí al Maestro Cazador. Echando un pique con una amiga, a un escocés, en un bar. 



ATENCIÓN: a toda persona que lea esta historia, y que no esté a costumbrada a beber, que no intente imitar esta hazaña etílica. Pues aunque aquí no lo digo, el Jägermeister, pega de cojones. 












martes, 30 de octubre de 2012

SHADOW RETURNS


Bueno, bueno, bueno. A petición popular voy a seguir haciendo entradas en mi blog. No os prometo grandes aventuras ni entradas cada semana religiosamente, pero intentaré que sea lo más divertido posible. Espero que me echéis un cable con vuestros comentarios, o si tenéis alguna historieta chula que contarme o alguna foto graciosa que enseñarme, os pido, desde aquí, permiso para publicarlo en este blog. No os preocupéis por que, al igual que la mía, vuestra intimidad está a salvo.

Un saludo,

S.