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martes, 28 de mayo de 2013

LAS OPINIONES SON COMO EL CULO


"Las opiniones son como el culo: todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta"

No sé quien dijo esta frase, pero tenía toda la razón del mundo.

Esta es la creencia de la gran mayoría de los seres humanos. Estos pertenecen a una autoproclamada élite, que se creen el ombligo del mundo y que su verdad es única e universal. No toleran otras opiniones que no sean como la suya. Y lo jodido del asunto es que creen que tienen razón.

Este tipo de personas viven con la cabeza escondida en el suelo, como las avestruces, en su mundo multicolor o gris, por que los hay de carácter super-mega-guay-flowerpower optimista, y los que viven con un constante mohín encima, y sus opiniones en su mundo (y en el real) son ley.

Esta gente tiene Complejo de Napoleón: donde un posible complejo de inferioridad hace actuar a una persona desde ese punto de partida de desventaja (que ellos mismos han creado) para sobrecompensar otros aspectos de la vida (y esto no lo digo yo por mis santos cojones, está estudiado científicamente).



www.blandi.org


Luego hay otro tipo de personas, entre las que me incluyo, que son aquellas que aceptamos las críticas, las sopesamos, y decimos: entiendo tu punto de vista, pero no lo comparto. No te ataco gratuitamente por que no piensas como yo. Por esa regla de tres, nos quedaríamos sin amigos (y no he dicho nada, y lo he dicho tó).

Estas personas, también, tenemos a nuestro favor, que recapacitamos sobre lo que una persona (amigo o desconocido) nos acaba de decir, y podemos aprender de eso, pues tal vez otro punto de vista diferente al tuyo, te haga tener otra perspectiva del asunto. A mí me ha pasado muchas veces. (Que siiiiiiii, que ya lo seeeeeeé, a mi también me dan ganas de hostiar a la gente desconocida que critica sin saber, y que se mete donde no le llaman, pero ese no es el tema).

Otra ventaja de la gente que no se pone a la defensiva ante un crítica, es el poder aprender. Puedes aprender a hacer algo mejor, o ser más flexible; incluso, a ser más tolerante.

Yo creo que las críticas, tanto las constructivas, hechas con educación; y las destructivas, hechas sólo para exponer tu desprecio total por la opinión de otra persona, te hacen mejorar. Además, la gente que te critica, te está dando importancia. 

¿Porqué he dicho esto último? Por que creo que esto SI es una verdad universal: 


"EL QUE TE CRITICA TE HACE IMPORTANTE" 


Si criticas algo que otro dice o hace, es por que lo estás teniendo en cuenta, que les has ofrecido un momento de tu atención y que has meditado sobre lo que ha dicho o hecho. Si el refrán dice: "A palabras necias...", el que tú hayas considerado (o escuchado) las mías hace que les hayas otorgado algún valor. 

Yo, directamente, ignoro a la gente que dice gilipolladas, y punto.

Sinceramente, si algo no te gusta, lo apartas y continúas con lo tuyo. Si no vale la pena ¿para que vas a perder ni un segundo de tu valioso tiempo?  

Vas a comprar un kilo de tomates: miras. Estos no. Y, al momento, te vas en busca de otros que te gusten más. ¿Para que vas a estar ahí dándole vueltas, mirando, remirando y perdiendo el tiempo? 

La gente que está segura de sí misma, en su aspecto, en sus opiniones, en sus actos, no tiene problema en aceptar una crítica, ignorarla o incluso aprender de ella, porque saben quienes son, y lo más probable es que esa seguridad haga que tras esa crítica sigan pensando, actuando o vistiendo de la misma manera. Esto es por que tienen un personalidad consolidada y no les importa ser el blanco de los comentarios o críticas de otros.

No sé por qué, pero casi nunca se dice lo bueno de las cosas, sólo lo malo ¿es esta la idiosincracia del ser humano? Pues menuda mierda... 

Yo pienso una cosa, y siempre la sigo a rajatabla. Podéis tomarlo, o no, como un consejo:


"Si no tengo nada bueno que decir sobre algo, prefiero callarme"



Ah! Una última cosilla. Y esto SI es un consejo para todas aquellas personas que siempre tienen una PUTA opinión de todo, aunque no tengan ni PUTA idea del tema del que se está hablando o escribiendo. Haceros un favor a vosotros mismos y seguid, no el mío, el consejo del genial Groucho Marx:

"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente"








lunes, 20 de mayo de 2013


UNA DOCENA DE PERSONAJILLOS QUE PULULAN POR LOS GIMNASIOS


Así es, querido amigos. Si miráis con un poco de atención a vuestro alrededor cuando estáis en el gimnasio, os sentiréis como Félix Rodríguez de la Fuente admirando la fauna ibérica. En tu cabeza los pensamientos empiezan a sonar con la cadencia tan característica con las que narraba, como voz en off, en su programa de “El hombre y la tierra”.


    1. El cachas: estos no pueden faltar, of course. Es el típico tío que va hasta la patilla de esteroides. Su reinado se limita a la zona de máquinas, por donde se dedica a pasear palmito, mirarse los músculos en los espejos, saludar a otros animalotes como él y hacer burradas en las máquinas, para que el resto de mortales admiremos su extraordinaria fuerza. Piensa que ir a clase de pilates es para viejas menopáusicas, pero la realidad es, que no van porque saben que van a hacer el ridículo y que no aguatarán ni 15 minutos. Ahí hay que dar el callo durante una hora seguida, manteniendo la postura correcta, activando abdominal, respirando y un montón de cosas más que no reza su credo de entrenamiento. Ellos son más de hacer 3 repeticiones con 150 kilos en la máquina de remo y descansar media hora, mientras se relacionan con otros de su especie. Un matiz curioso de estos especímenes es que siempre se olvidan de que tienen piernas, y todos acaban teniendo el aspecto de Johnny Bravo. Whoooaaa, mamma!


    2. Las Penélope Glamour: son las Cármenes Lomanas de los gimnasios. Son un tipo de chicas que les gusta que las admiren un tipo de tíos: los cachas descerebrados. Siempre van en pareja, en modo princesa y dama de compañía. Se pasean con sus mayitas grises de algodón y su camisetitas ombligueras rosa palo por todo el gimnasio, pero no hace nada. Lleva el pelo y el maquillaje impolutos (maquillaje para hacer ejercicio… hay que ser paleta), y se limita a hacer que hace. No suelta su iPhone ni aunque la coronen reina. Y no paran de hacerse “fotostuenti” poniendo morritos. Suele prodigarse por los gimnasios unos mese antes del verano, para prepararse para la operación biquini. Anda un poco en la cinta, sobre todo cuando hay tíos detrás haciendo bici; un poco de glúteos poniendo el culo en pompa, y si están inspiradas pasan por alguna clase de aerobic, donde todo el mundo sale sudando como un cerdo, pero ellas salen impecables. Por que sudar no es glamouroso.


    3. Los bocachancla: estos se mueven en grupitos. Se juntan con otros bocachanclas para sentirse protegidos y alardear de sus proezas: conquistas sexuales del fin de semana e historias para ver quién es más chulo y macarra. Aprovechan el cobijo de la manada para babosear a alguna tía que pasa cerca mientras alguno comenta que tiene una minga que le llega a la rodilla… También fardan de sus logros (ficticios) en el gimnasio: que si yo me hice 50 repeticiones en press de banca con 100 kilos; que si me hago 30 dominadas con agarre en prono… lo que tú digas majete, pero en la puta vida te he visto coger una mancuerna (pesas, para los bocachancla).


    4. Las marujas: algunas son verdaderamente insoportables. Yo no sé si es que da la casualidad de que todas han perdido el oído a la vez o son las hormonas revolucionadas de la menopausia, pero son como críos pequeños. Alborotan la clase hablando a gritos unas con otras, normalmente diciendo burradas de índole sexual y todas se ríen escandalizadas diciendo “oyoyoy” (y el caso es que alguna te ha contado que tiene 7 hijos y ahora se ruboriza cuando otra dice “poya”, en fin); pasan cien mil de la monitora, hacen los ejercicios a su bola (luego se quejan de que no adelgazan) y si pueden incordiar a alguien al hacerlos mejor, parece que les hace ilusión dar la murga. Justo como a un niño pequeño.


    5The queen of the gym: estas ya suelen tener unos añitos y se conservan estupendas, pero las mata su soberbia. Se pasean altivas, cual diosas del Olimpo, mirando a los demás con desprecio, sobre todo a las del grupo anterior. Se las reconoce por su moreno cancerígeno de solárium, por su equipación súper sofisticada y toda de marca. Vayas a la hora que vayas ellas están allí, en primera fila delante del monitor, y siempre se van las últimas para preguntarle alguna chorrada al profesor para hacerse las interesantes. Tú miras al pobre chaval, que está aguantando el tipo estoicamente, pero realmente tiene cara de “joder, que señora más plasta”. Creen que ir al gimnasio es como beber el elixir de la eterna juventud. Sólo forman grupúsculos con sus iguales y no se juntan con chusma que llevan ropa barata del Carrefour, las desprecian cual intocables.


     6.  El “enterao”: el típico tío que cree que sabe de todo en cuanto ejercicio y alimentación sana se refiere. Cuando se pone a hablar se va creciendo y se imagina que está una colina arengando a todos sus soldados, y que estos le rinden pleitesía. Lo oyes hablar como si fuera el Stephen Hawking del deporte, pero por desgracia tú estás cerca escuchando y sabes que lo único que dice son chorradas y te dan ganas de cortar su discurso y decirle: mira chaval, no tienes ni puta idea de lo que estás diciendo. Corregir su error y dejarlo llorando en un rincón.






   7. El novato: uso el género neutro para definirlo, pero también me refiero a ellas. Los ves por la sala de máquinas con cara de despiste, leyendo ojipláticos y estupefactos las instrucciones de cómo funciona el aparato. Se les reconoce también porque van como un viajero despistado que no deja consultar un mapa; aunque en este caso su “mapa” es un papelucho todo arrugado donde algún monitor súper guay le habrá hecho una rutina para la semana. Estos despiertan en ti simpatía por que te recuerdan a Ryoga de la serie Ramma 1/2, el personaje eternamente perdido, buscando  la escuela Furinkán de karate.


    8. El solitario: estos van solo a entrenar. Ni hablan, ni pretenden hacer amigos. Pero tienen el problema de que piensan que están solos en el mundo. Van a su rollo haciendo su rutina, sin parase a pensar que hay más gente que quiere usar un aparato. Terminan su serie, y se quedan allí sentados mirando al vacío, custodiando la máquina de trabajar femoral como si fuera Fort Knox, mientras se recuperan para hacer la siguiente serie. Cuando alguien le pregunta si puede usar ese aparato, éste se levanta de mala gana, poniendo caras y refunfuñando.


    9. El ligón: suelen ser más ellos que ellas. Los tíos van a ligar y ellas a que las liguen. Entrena a ratos, mientras otea el horizonte en busca de una presa. Suelen ser bastante incordio. Te viene a dar palique mientras estás corriendo en la cinta, dejándote los pulmones; y tú tienes tantas ganas de hablar (o de ligar) como de que te den una pedrada en los dientes. ¿Te queda mucho? Pregunta con tono de latin lover, mientras tras él hay 20 cintas vacías (genio). Va picoteando aquí y allá hasta que encuentra a alguna que le siga el rollo. Dios los da…


    10El cincuentón: son aquellos que están inmersos en la crisis de los 50 sin no haber superado, todavía la de los 40. Los ves súper concentrados sudando la gota gorda y resoplando cual búfalo americano, en una imposible lucha por recuperar el tiempo perdido. Van a clase de body combat y de sppining, se matan a hacer pesas y a correr en la cinta. Por supuesto, se limitan aconsejarte sobre como hacer cada ejercicio, porque cuando eran jóvenes jugaban al “furbol” en una filial del Madrid. Ellos saben mucho más que el monitor, que solo se ha limitado a estudiar. Se les reconoce por su indumentaria deportiva típica de los 80: pantaloncitos indecorosamente cortos con un ribete blanco, camisetas de tirantes de tela brillante y los calcetines subidos hasta la mitad del gemelo. Épicos.


11. El fantasma: suelen ser chavales jovencitos y cuerpoescombro. Ellos se ven como Gile, del Street Fighter, pero a ti te recuerdan más al recluta patoso de la “Chaqueta metálica”. Siempre van caminado en plan gánster del Bronx  con una camiseta del ejército, de la legión o de los paracas (aunque todos sabemos que no ha visto un uniforme ni por catalejo). Suele ir a clase de boxeo, full contact o kick boxing, o como dicen ellos “kin bosin” (una patada en la boca le daba yo…). Siempre que puede se une a los bocachancla para tener gente que escuche sus batallitas, a lo Chuck Norris, sirviendo a la patria.


12.  La funky: suelen ser chicas que en su vida ordinaria son modernas gafapasta. A las integrantes de esta tribu urbana le encanta dejar patente en todo momento su condición de Hipster, incluso en el gimnasio. No pueden abandonar, bajo ninguna premisa, su personaje: look ochentero pero con piezas actuales (y caras) de colores llamativos.  Parece que van en modo “casual”, pero todo lo que lleva encima ha sido estratégicamente colocado: camiseta descolgada sobre un hombro, dejando al descubierto (sin intención alguna, por supuesto) un tatuaje de un buda sentado en una flor de loto; un moño despeinado pero que ha estado en casa 45 minutos cardando, colocando horquillas y descolocando mechones; zapatillas Adidas de colores fluorescente… Sus clases colectivas favoritas son las de hip-hop, funky, street dance y todo el dance que suponga estar a la última en bailes modernos, como ellas.   



Ya veis, la fauna en los gimnasios es de lo más variopinta y extraña, a veces. También hay personas normales, que van a hacer un poco de ejercicio para no anquilosarse y desconectar un rato. El dinero lo invierten en pagar las doce cuotas del año (no solo los 3 meses antes de verano), y su equipo lo forman camisetas viejas que tienen por casa, y pantalones de oferta del Decathlon (de estos de 3x2); porque saben que esa ropa se va a destrozar en cero coma y porque van a entrenar, no a lucir palmito.




sábado, 18 de mayo de 2013

EXPO MANGA MADRID 2013


El fin de semana pasado estuve con unos amigos en la Expo Manga de Madrid. 


Invitación
Con mi toque friki *^_^*





Vimos cosas chulas y otras no tan chulas. Pero el cosplay que se llevó toda nuestra atención, y la de toda la gente allí congregada, fue el de Totoro, del anime "Mi vecino Totoro". 


A ver, empecemos por el principio, porque creo que ya he dicho un  par de cosas que merecen explicación para los no versados en esto friki temas:

- COSPLAY:  contracción de dos palabras inglesas, costume (traje) y play (jugar). Y esto se hace para recrear o representar un personajes (de dibujos, de un videojuego...); y por lo tanto los cosplayer, son las personas que se dedican a esto.


Un  cosplay perfecto (www.apo.org.com)


- MI VECINO TOTORO: es un peli de animación japonesa. La peli transcurre en los años 50, y las hijas del prota, al tener un corazón puro, pueden ver los espíritus del bosque. Y así descubren a Totoro, el rey del bosque.


Fotograma del anime  "Mi vecino Totoro" (www.kawano.net)


No me miren raro, queridos amigos y resto de seres extraños que me leen, porque ustedes han visto tanto anime como yo, a menos durante alguna época de sus vidas, con o sin conciencia de estar hacíéndolo. Negadme que no han crecido viendo series como "Comando G", "Ulises 31", "Mazinger Z", "Transformes", "Heidi", "Marco", "Candy, Candy", "Oliver y Benji", "Caballeros del Zodiaco"... y montón más... 

Sé que algunos de vosotros os habéis quedado locos al deciros que algunas de estas series que os tenían enganchadísimos eran manga.

Pues como iba diciendo, Había muchos cosplayer, pero el de Totoro lo petó. Había una chica vestida de Mulán, con un dragón gigante y hasta el grillo de la suerte, todo curradísimo; pero siendo unas de mi favoritas, Mulán, me quedo con Totoro. 

Como diría la niña de "Gru, mi villano favorito": ¡Es tan blandito que me quiero moriiiiiir!



¿Estaba o no currao el cosplay? Sencillamente homérico
(www.fanareva.com y foto propia)



A las 11 de la mañana entramos en el salón de actos Bruce Lee, Rapunzel, Rome y yo para ver que se cocía allí. Vimos algunas actuaciones de cosplayer chulas, como la de Batman, con una coreografía de una pelea contra Bane bastante currada; y una de Tom Raider con una  coreografía de lucha entre dos Lara Croft. 

Pero la gente lo dio todo silbando, aplaudiendo y jaleando cuando salió el cosplay de Totoro. Empezó a sonar el tema principal de la peli y el bicho empezó a caminar por el escenario, y el apoteosis final llegó cuando se puso a bailar. Fue lo más... 

La canciocilla es de lo más pegadiza, me pasé varios día canturreando "To-toro, To-to-ro..."

 Aquí os dejo un link donde lo podéis ver en plena vorágine danzarina: 



(Este vídeo ha sido hecho gracias a http://tecnoslave.com/)


Luego fuimos a dar una vuelta por los puestecillos a ver si veíamos algo chulo para comprar. Nos paramos en el stand donde, por dos euros, te escribían tu nombre o una palabra con caligrafía japonesa y pillamos un par cuartillas con nuestro nombres. Son súper bonitos y vistosos. 



Kanjis con nuestro nombres





Los pondré en un metacrilato para colgarlo en algún sitio de la Shadow-guarida, YEAH!



Aquí os dejo algunas fotos de cosas chulas y curiosas que vimos esa mañana por allí:



Cosplayers retocándose antes del concurso


Cosplay en grupo



Batman y Bane en plena lucha


Espadas de "El Señor de los Anillos"



Galería de imágenes



No me pude resistir a comprar este gorro


Impresoras 3D - Consolas y portátiles con diseños de anime, cómics, películas...






jueves, 9 de mayo de 2013


4 AÑOS (bis) y ya son 5...

Cuatro años ya. Cuatro largos, anodinos, infructuosos, decepcionantes, deprimentes, angustiosos y monótonos años en paro.

Así es, queridos amigos. Cuatro años, que se dice pronto, pero se viven eternos. Siento que esta entrada de hoy esté cargada de furia y resentimiento, pero créanme, si no se vive la situación, no se comprende, ni desde lejos.

Estar en paro, no es como ustedes piensan: estar de vacaciones indefinidas, o estar todo el día rascándote el ciruelo a dos manos. Puede que durante unos meses o incluso un año, es algo que siente bien y que sea necesario, al menos una vez en nuestras vidas: un año sabático. Pero esto mola si tienes un paro que cobrar, que te ayude a mantenerte mientras navegas buscando nuevos rumbos y descubrir nuevos mares.







Estar tanto tiempo en paro implica que tu vida se detiene. Toda tu vida se para, se pone en pausa. Y tú, desde tu dimensión, ves todo lo demás moviéndose a un ritmo frenético. A toda esa gente que alguna vez me pidió paciencia, que pronto cambiarían las cosas, que no me preocupara que algo saldría… les voy a contar cómo es tener tu vida en modo pause:

Cuando tu vida se detiene, no avanzas. No vas hacia ningún sitio, porque no puedes. La vida que habías soñado se esfuma de entre tus manos. Ahora es sólo como un fuego fatuo, que se desvanece cuando te acercas a él. No puedes hacer nada para remediarlo. Tus días son todos iguales, tanto te da que sea lunes como que sea sábado. Te sopla la poya acostarte a las 5 a de la madrugada un jueves y  levantarte a las 2 de la tarde al día siguiente, porque no tienes ninguna necesidad de madrugar. ¿Para qué? ¿Para sentarte delante de la tele a desayunar y ver las noticias? ¿Para cabrearte como un mandril porque cada vez despiden a más gente? ¿Para darte cuenta de que este hecho hace que tus oportunidades de encontrar trabajo cada vez sean más escasas, o porque no, ya nulas? -¿Qué prisa tengo? Pienso. Si no voy a ningún sitio, si nadie me espera… que más me da. “Apúntate al gimnasio” me dice alguna mente brillante… Si, claro, es que donde yo vivo los gimnasios son como ONGs y puedes pasarte la tarde allí haciendo pilates y spinning por el belfo… (dios, dame paciencia…)



www.neeerd.com

Estar en paro tantos años congela tu vida. No puedes tener una casa propia, pues no te la puedes permitir, vives de alquiler (yo aún tengo suerte en eso, porque hay gente que ha tenido que volver con sus padres), en un sitio donde no te permiten hacer nada, ni cambiar los muebles de sitio (cosa que me he pasado por el arco del triunfo), ni poner un cuadro, ni pintar… con lo que esa casa, realmente no la sientes como tu hogar. Y aunque sí pudieses hacer cosas, tampoco te lo puedes permitir, pues no tienes dinero ni para comprar un puto cojín de 1 euro en ikea. Si pretendías casarte y comenzar una vida con tu pareja, ve olvidándolo también, y todo lo que viene detrás.

Si no trabajas, no tienes un compromiso que cumplir todos los días, por lo que no tienes una rutina que seguir, y todo te la pela. No trabajar te excluye de adquirir más experiencia, y la que tenías se distancia en el tiempo o la pierdes, y eso no gusta en las entrevistas. Pero también implica que no conoces gente nueva, que te aporten cosas nuevas en tu vida, ni haces nuevas amistades, ni conoces sitios nuevos ni ná de ná. Y si es como mi caso, que vivo lejos de mi familia y mis amigos, es algo bastante importante eso de conocer gente nueva, para poder hacer nuevas amistades, y todo eso, pero cuando te pasas el día entero metido entre cuatro paredes, es complicado.



www.gaussianos.com

Si no curras tampoco te puedes seguir formando, para poder acceder a otros trabajos mejores, o que esa formación extra permita que destaques sobre otros competidores. Si no hay pasta tampoco puedes salir con tus amigos, por lo que las amistades se enfrían. Y las pocas veces que consiguen que sagas de tu cubil para INVITARTE a un café, tú te sientes mal porque no tienes nada bueno que contarle a esa persona. Sólo quejas y más quejas, enfado y rencor, y eso acaba hastiando a la gente. Pensadlo un momento. ¿Verdad que todos tenemos un amigo quejica al que intentamos evitar como a la peste? Pues eso.

Ves como tu ropa se va convierte en harapos. Se llena de bolitas, se pone fea, se estira, se llena de agujeros y después de zurzidos, deja de abrigar, ya no te sienta bien… pero te la sigues poniendo. Rebuscas en el desván cosas que un día desechaste, a ver si puedes volver a usarla. El día que echas a lavar tus únicos vaqueros te das cuenta de que no tienes otros pantalones y  te pones el chándal de andar por casa esperando a que se sequen, y poder ir vestido por la calle con un poco de dignidad. Esos pantalones son todoterreno, pues son los que usas para ir a la compra, para salir a dar un paseo, y los que, si tienes mucha suerte, llevas  a una entrevista de trabajo, y claro, como están destrzados del uso, pues no das una muy buena impresión, y ya sabemos qué pasa cuando no das buena impresión en una entrevista de trabajo.

Se te quitan las ganas hasta de salir de casa, porque lo único que ves cuando sales es tooooodo lo que no puedes hacer: ir al cine, a un concierto, comparte un libro o una revista, comprar un regalo a tu pareja o a tus padres, entrar a tomar un chocolate con churros porque en la calle está nevando y tú tienes un frío del carajo y los pies como témpanos de hielo. Y algo, que no debería de contar porque me parece de mal gusto, pero hoy estoy enfadada cual hidra de Lerna, pero hasta productos de primera necesidad y de índole personal femenina, (compresas, coño!) tienes que comprar las de oferta y racionarlas, si ra-cio-nar-las. Que ya me parece de traca.



HIDRA DE LERNA (www.taringa.net)

Las fechas señaladas te deprimen aún más: cumpleaños de amigos a los que no puedes ir, ni siquiera regalarle un pequeño detalle, aniversarios, cenas de viejos amigos que se quieren ver, al menos una vez al año, y que tú sólo verás las fotos en el Facebook. Las bodas y bautizos en los que no podrás disfrutar de la felicidad de tus amigos, porque no tienes ni para regalarles una tarjeta del Carrefour. Y las navidades…mejor ni os lo cuento ya, porque a estas alturas ya os lo podréis imaginar. Tampoco puedes viajar, sólo puedes invitar a tus amigos a tu casa a tomar un café y ver las fotos de su último viaje a Roma y morirte de envidia.

Lo de buscar trabajo e ir a echar curriculums. Eso es lo mejor. Si no tienes dinero y vives lejos de la civilización, debes usar el transporte urbano, pq no puedes mantener un coche, y dejarte unos 10 euracos en ir y volver. Por lo que tampoco lo puedes hacer todos los días; entonces un  día te llenas de fuerza de voluntad y, curriculums en ristre, te lanzas a patear las calles todo el tiempo que tus pies aguanten.  

Tras cuatro horas sin parar de caminar, ni para tomar un café (pues no entra en el presupuesto, pq si usas esos dos euros para el café, sabes que luego debes ir andando desde el tren hasta tu casa, que está a 35 minutos a pie y a 2 grados bajo cero, o  a 40, depende de la época). Así que cuando tienes el gaznate seco o el estómago te ruge de hambre, coges tu botella de agua del grifo, of course, le das un trago y continúas. 




www.flavioalmeida.me


De lo de mandar curriculums por internet, mejor ni hablo, por que me caliento. Eso si que es un puto cachondeo. Puedes tardar más de 1 hora en registrarte en una página para poder inscribirte en una mierda de oferta de trabajo. Demasiado esfuerzo para poder entrar en el proceso de selección para (no es inventado, lo leí ayer en una página seria, una de las más famosas en España para buscar trabajo): 


"¡URGE! Azafata para eSpositor de telefonía móvil en el IFEMA. Mandar CV con medidas, altura mínima 1,70. EStrovertida y eSuberante


Osea, que un put@ analfabet@, ¿es la persona que me va a dar trabajo a mi? (es que manda huevos) Y que ¿para su mierda de  puesto en el ifema no le vale un tío bajito, simpático y regordete, pero que pilote mil del tema? NOOOO, pongamos una zorrilla con escote y minifalda para despistar al personal y me compren cualquier mierda. ¡¡¡¡DIOSSSSS!!!!¡¡¡ Me voy a cagar en todo el maldito santoral!!! Y así podría seguir “per sécula seculorum”. Pero creo que no hace falta, supongo que ya habrán cogido el “conceto”.



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Mis cuatro años de asco comenzaron yéndome de un trabajo donde mi jefa no me había dado de alta en la S.S. por lo que el año que curré para esa hija de la gran puta, no me sirvió para cotizar y cumplir el tiempo reglamentario para cobrar el paro. Y es triste que a mis, casi ya 35 tariles, todavía me falten 23 días para tener un año cotizado ¡UN PUTO AÑO! No sé si algunos de ustedes se dan cuenta de los frustrante que es haber estado currando desde los 22 años, estar a punto de cumplir los 35 y que llegue a tu casa una carta con tu vida laboral, y que te de un golpe de realidad en el hocico al ver que no tienes más que 11 meses y pico cotizados…

Toda tu jodida vida currando, para poder seguir estudiando. Currar y estudiar a la vez para poder terminar una carrera, y que todo ha quedado en agua de borrajas. Toda tu puta vida esforzándote un 300% en los curros más miserables para poder seguir estudiando y poder acceder, cada vez, a mejores trabajos. Aguantando a tus jefes, que la gran mayoría fueron unos jodidos cabrones explotadores, usureros hijos de puta, y aprovechados. Así revienten de su puta codicia.

Ahora, con 34 palos, me veo mendigando trabajo, que no buscando. 






Antes, no hace muchos años, encontraba curro el que estaba mejor preparado y punto. No había duda. Cuando terminabas de estudiar, el único problema que podías tener era la falta de experiencia, pero era lo único; tarde o temprano aparecía algún empresario con cojones, que no tenía miedo de contratar a un pipiolo sin experiencia, pero que olía el talento. Y ahora… entras en los sitios y te da pena. 

Bueno, a mi me cabrea hasta la médula y me hace hervir la sangre, ver a gente inepta, maleducada, que no tiene ni puta idea de lo hace o dice en su curro, vestidos como indigentes o mujeres de moral distraída, ocupando un puesto de trabajo; y tú, con todos tus estudios, toda tu experiencia, toda tu educación y buenos modales (pq yo pertenezco a la generación del “por favor” y “gracias“, de tratar a la gente de usted y de ceder mi asiento en el tren) andas mendigando un curro, aunque sea de cajera en el DIA (con todos mis respetos a esas cajeras, que tienen más paciencia que un santo, me saco el sombrero, ¡joder!).

Ah! Y no os he contado lo mejor. El hecho de no cotizar de modo alguno, no me da derecho a tener Seguridad Social. Tengo que sacarme una tarjeta de “persona sin recursos”. Así que aparte de puta, pongo la cama también. Ni el “lujazo” de ponerme enferma me puedo permitir… y estar 4 años inactivo mina la mente y el físico de cualquiera, pero yo paso mis lumbalgias, mis catarros y mis cefaleas al modo espartano: ajo y agua (a joderse y a aguantarse) y como dicen que lo que no te mata te hace más fuerte… PUES TIEMBLA CHUCK NORRIS, PORQUE SI TE PILLO TE REVIENTO, ¡¡¡JAJAJAJA!!!!

Así que, a toda esa gente que me ha pedido paciencia, les digo que ojalá nunca se vean en mi situación, porque ya querría verles yo pidiéndose a sí mismo paciencia y paz interior. ¡JA! Creo que a los 6 meses algún@s se habrían quedado calv@s del estrés; otr@s adict@s a los antidepresivos o más bien, adictos a las crisis de ansiedad porque no tendrán pasta para sus drogas; otros habrán perdido 20 kilos y otros ganado ese peso. 

Entonces yo les pasaré mi mano por la espalda y les diré: paciencia amig@, seguro que encuentras algo… y por cierto, el viernes no puedo quedar contigo para oír tus lamentos porque tengo mucho lío (y luego estaré pasándomelo teta en algún garito con mis amigos currantes, derrochando mi puto dinero invitando a rondas de chupitos).

Pero ¡ojo! Que os digo todo esto desde el cariño. Así que no os lo toméis mal. Aparte saben de sobra a quién dirijo estas líneas y a quién le debo mil gracias por sus palabras, sinceras, de apoyo. Y una cosa más les digo: yo duermo todas las noches del tirón, porque tengo mi conciencia muy tranquila.

Os quiere,

S.


FURIBUNDA: grita devastación...


Enfada, no. Cabreada, tampoco. Indignada, casi. Furibunda... Si, es como me siento hoy. FU-RI-BUN-DA. En estos momentos Jack el Destripador es un puto monaguillo comparado conmigo.


SOY YO CONVIRTIÉNDOME EN HOLLOW


(www.glogster.com)

Acabo de llegar a casa  después de otra "entrevista". Si, entre comillas, por que eso tuvo de entrevista lo que yo rubia natural, es decir, nada. 

Después de los dos últimos fiascos en mis anteriores entrevistas, pensé que ya no podía quedar ningún gilipollas más, con alguna pregunta estúpida que te haga que te descarten al momento, o que haga que te quedes con cara de ladrillo pensando en responderle, con otras preguntas, que hagan sentir a esa persona igual de incómoda que te está haciendo sentir a ti. 

Me citan a las 10 de la mañana. La notas llega a las 10 y media. Cojonudo. Me he tenido que levantar a las 7 de la mañana para llegar aquí a mi hora, me tienen treinta minutos esperando y, la muy zorra, ni me pide disculpas. Chachi.

-¿Vienes a la entrevista?
- (Nooooo, es que formo parte del mobiliario urbano, no te jode.) -Si. ¿Eres Mercedes? Le pregunto. 

CRI CRI - CRI CRI... no hay respuesta

-Ven por aquí.- Me dice solapando mis palabras, mientras me da la espalda y abre la puerta del local.

Aún ni me ha saludado, ni dado la mano, ni se ha presentado. Y yo aguantando la sonrisa mientras me veo a mi misma calzándole una hostia, mientras le digo: quita esa cara de perro que traes, subnormal, que la del plantón soy yo.

Entramos en el local. La tía no me ha dirigido ni una mirada.

-¿Traes el curriculum? Me pregunta dándome la espalda mientras coge algo tras un mostrador.
-Si. Le digo, mientras se lo doy.

Nos quedamos allí de pie mientras ella se apoya en una repisa, y mirándome por encima de las gafas me pregunta:

-¿Cuántos años tienes?
-35. Yo ya la veía venir, y seguía sonriendo mientras controlaba mi Bankai interior.
-¿Estás casada?
-No. Yo sentía que empezaba a convertirme en Hollow. Seguía sonriendo, pero apretando la mandíbula. 
-¿Sin hijos, no?
-Si.Y yo en mi cabeza pensaba en arrancarle el corazón y mientras se lo hacía comer, hacerle un par de preguntas que la hiciesen sentir lo incómoda que me estaba haciendo sentir ella, como por ejemplo: ¿Echaste un polvo ayer por la noche? ¿Te pusieron a 20 uñas? Creo que no. Por que con esa cara de acelga rancia que traes...


¡¡¡ BAAAAANNNNN - KAAAAAAIIIIII !!!


Así me veía a mi misma (www.dailyanimeart.com)


Me mira, sonríe y me dice mientras me alarga la mano para despedirme: ¿Como te llamabas? Le estrecho la mano muy sonriente mientras me cisco en ella y en todos sus muertos más frescos. 

En esos breves segundos que duró el apretón de manos, yo iba recordando toda la tarde-noche de ayer, donde invertí unas cuantas horas en prepararme para la entrevista: miré su web, leí sobre las marcas con las que trabajaban; me puse al día con lo que venía de temporada para poder responder, en caso de haberlas, a las preguntas con soltura. 

Retoqué el curriculum, destacando cosas que serían interesantes para el puesto de trabajo; puse patas arriba mi armario en busca de un modelito acorde con el negocio y el lugar donde está ubicado, que tras 4 años sin un trabajo, creedme, es muy difícil, ya no vestir a la moda ni vestir bien, si no que tu ropa no parezca de indigente. Incordié a mis amigos por wassap pidiéndoles consejo: ¿qué me pongo? ¿qué digo si... ? ¿qué hago si...?

Conseguí controlar mi Hollow interior, que éste solo pensaba en empezar a apretarle más y más la mano, acercarse lentamente a su cara y escupirle unas palabras entre dientes: mira, maldita bastarda, tal vez no esté casada, tal vez no tenga tenga hijos, pero eso no creo que afecte, ni para bien ni para mal, en mi rendimiento a la hora de trabajar; y estos "tal vez" existen en mi vida, por que los empresarios como usted, no dan trabajo a gente como yo. ¡Zorra!

Salgo de allí  con mi súper sonrisa falsa, como si fuese escuchando "Walking on sunshine", mientras pensaba: 



¡¡¡GRITA "DEVASTACIÓN" Y SUELTA A LOS PERROS DE LA GUERRA!!!


Consigo salir a la calle sin explotar de ira. Me siento en un banco, me cambio los tacones por unas zapatillas de deporte y me voy a desayunar, por que yo lo valgo.

Así que de esta experiencia he sacado una estadística:

-Tiempo invertido por la tipa en la entrevista = 2 minutos
-Tiempo invertido por mi: desde que me llamó ayer a las 7 de la tarde hasta que llegué hoy a casa a las 2 y media de la tarde = 15 horas (he quitado las 5 que dormí, por que tengo buen corazón).


Por lo que no me queda más que decirle, desde el cariño, por supuesto, y sin acritud:



 GRACIAS POR NADA, HIJA DE LA GRAN PUTA







miércoles, 8 de mayo de 2013

VIKINGS, LA SERIE


Estoy enganchada. Y el prota me tiene totalmente embelasada con esos profundos,  inteligentes e infinitos ojos azules.


Portada de la serie



Un día hablando con mi amigo Sir Brenan, me la recomendó,  porque sabe que me tira mucho el tema de mitología en general, pero que, en particular, me flipa la cultura nórdica (como se nota que llevo sangre de guerreros celtas en mis venas). Esa misma noche me chupé los 3 primeros capítulos sin descanso, en modo búho.

Es una serie que emite el Canal Historia, y trata la sobre la vida del legendario héroe nórdico Ragnar Lothbrok. De momento solo hay una temporada, pero ya han firmado para una segunda ¡BIEN! 

Como no, pues es el puto deporte nacional de este país (incluso por delante del fútbol), las críticas ya se ha cebado con ella. Pero yo me las paso  por el arco del triunfo, a mi me gusta y me entretiene, que es de lo que se trata. Si quisiera un total purismo me enchufaría un documental. 



Gustaf Skarsgård , como Floki, amigo fiel de Ragnar


Una de las cosas que más me cabrea de estas críticas, hechas, por supuesto, por personas súper duchas (ejem, ejem... perdón por la tos) y que se dedica profesionalmente a esto, es que la comparen, con Juego de Tronos (serie que también sigo y me encanta) ¿Pero en que cojones está pensando esa gente? Joder, si vas a criticar hazlo con criterio. ¿Que coño tiene que ver Juego de Tronos con lo vikingos? Es que me parece dar por saco por que si. 

JdT es una historia de reinos enfrentados, alianzas, asesinatos, venganzas, guerras... y es todo fantasía; Vikings es una serie sobre Ragnar Lothbrok, un vikingo cuya vida se convirtió en leyenda dentro de la literatura europea medieval, es un período histórico que existió, en unas tierras que existen aún hoy y con vestigios tangibles que podemos admirar en un museo, en una foto o en un libro. Así que si alguien plagia a alguien sería George R.R. Martin a la historia de la humanidad. ¿A que esto suena absurdo? Pues absurdas me parecen esas críticas comparativas. 

Como dice mi madre: "es mezclar el tocino con la velocidad". 


Travis Fimmel como Ragnar Lothbrok


Vikings es una buena serie para entretener y contar algo, que es de lo que deben tratar las series o películas. Puede que sea más o menos fiel a la leyenda de Ragnar o al período histórico donde se desarrolla, pero a veces es necesario tomarse ciertas licencias, para que al contar la historia, ésta sea más dinámica y no aburrirnos con demasiados datos o complejas tramas. Por su puesto que exijo un mínimo de realismo, no quiero vikingos surcando los mares en goletas o ataviados con pantalones de cuero marcando paquete y camisola impolutamente blanca y con botones, abierta hasta la mitad del pecho, en modo maromo de las portadas de las novelas de Johanna Lindsey.

Si, ustedes omnisapientes (¡cogfff, cooogggfff! esta tos...) críticos de cine, quieren buscarle un símil a la historia de Ragnar,   comparenlo con la historia de Ulises, en La Odisea. Los dos son personajes principales que existen entre la leyenda, la mitología y la realidad; grandes guerreros y líderes inteligentes con ansias de conocimiento, que surcaban los mares en barcos de remos y vela, con poca tripulación. 


Drakkar

También les recomiendo que lean un poco sobre cultura nórdica o celta, y tengan toda la información necesaria para hacer sus sentencias, más que afirmaciones, sobre que en esa época no había mujeres guerreras. 

Lástima no se topasen con alguna de ellas para que se hiciera un collar con sus lenguas viperinas. 

¡Ah! Y que ya a ustedes les gusta dar por saco, me pondré a su nivel y les descubriré una cosilla: Juego de Tronos es una burda copia de la Guerra de los Dos Rosas. Ahora vais y lo buscais en la wikipedia, panda de imbéciles arrogantes.





Katheryn Winnick, como Lagertha, esposa de Ragnar y  shielmaiden (escudera)


Así que, queridos amigos, y demás seres extraños que me leeis, si queréis pasar un buen rato con una serie sobre un personaje semilegendario donde hay vikingos rudos, peleas con hachas y espadas, mujeres escuderas que pelean como el más rudo de sus compañeros, drakkars surcando los mares en busca de tierras de leyenda, bonitos paisajes y mucho más, no dejéis de ver VIKINGS.

Les quiere, 

S.