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martes, 18 de diciembre de 2012


ODIO LA NAVIDAD

Pues eso.  Que odio la navidad. Esos días en que hay que ser bueno, hay que amar al prójimo, hay que ser amable, desear cosas buenas a tus semejantes y tonterías varias, porque sí . Pero el resto del año tienes carta blanca para ser un auténtico hijo de la gran puta. Pues no lo entiendo. Llamadme zote, lerda, cortita, pero no entiendo esta regla de tres. Todo el año siendo un cabronazo, o una maldita arpía, y cuando llega diciembre empiezas a digievolucionar, para convertirte en Rainbow Brite y cabalgar  sobre el arco iris a lomos de tu blanco corcel ...

Pues una cosa le digo a todos los que cumplen con eso protocolos socialmente impuestos en estas fechas: puede que odie la navidad tanto o más que el Grinch, pero soy mejor persona que muchos de ustedes. ¿Qué porqué? Muy fácil.  Porque yo hago, siento y deseo todas esas cosas  buenas TODOS LOS PUTOS DÍAS DEL AÑO, no sólo en navidad. Yo quiero a mi familia y amigos los 365 días (y en bisiestos también). Los llamo en cualquier momento para hablar por hablar un rato; los beso o abrazo porque me sale del ciruelo; les regalo cosas por que sí, por que encontré algo y me dije “le va a encantar”, no porque me lo diga el Corte Inglés; siempre tengo buenos deseos  para ellos… Los quiero siempre, y se lo demuestro siempre, no sólo unos días al año.

 “¡Feliz navidad!” te dice un vecino todo sonriente, y tú te quedas con cara de vaca mirando un tren, porque es el mismo vecino que nunca te saluda ni en el portal del edificio, y cuando te ve por la calle cruza a la otra acera. Tú a mi no me desees nada, cabrón…valiente hipócrita.

Grandes Bud Spencer y Terence Hill
“¡Feliz Año!” Te grita una antigua compañera del instituto, que en tu vida te ha dirigido ni media palabra, desde una mesa al fondo de una cafetería cuando te ve entrar por la puerta. Se levanta, te da dos besos y se pone a parlotear de alguna gilipollez que consigo ignorar al sumirme en mis pensamientos, en los que me veo a mi misma dándole un sopapo con la mano abierta, en modo Bud Spencer, para que se calle.  Sigo mirando como mueve su boca mientras me centro en una telaraña que hay en una esquina del local mientras tarareo mentalmente alguna canción de dibujos animados (los guardianes del uuuuniveeeeerso, al triunfar el maaaal, sin dudarlo salen a combatir por un mundo ideal, caaaaaaballeros del zodiaaaaaaa-co naino naino naino) mientras ella sigue rajando, de vete a saber qué, hasta que por fin se calla, y sonríe. Sonrío y le digo: “igualmente” Me voy, aún canturreando en mi cabeza “caaaaaaballeros del zodia-aa-co…”  hasta que llego a mi mesa y me preguntan mis amigas: ¿quién era esa petarda? Pssss, una pringada del instituto, que desde que se fue a estudiar a Londres se cree chupi guay, moderna-gafapasta, pero sigue siendo la misma pringaílla insoportable de siempre, y hoy ha decidido ser la más guay de los guays y venir a darme la tabarra con su "feliz año"... en fin…

Es imposible andar por las calles sin que te entren instintos asesinos con tanto villancico taladrando tu cerebro sin parar, con esas vocecillas de niños repelentes, poniendo a prueba tu paciencia y tu cordura. No puedes ir a tu cafetería favorita de siempre, por que está a reventar de gente, y piensas ¿de dónde coño ha salido toda esta peña? ¿Pero vive tanta gente en este pueblo? ¿En qué caverna se esconden el resto del año? Y tú que vas todos los día a ese sitio, llueva, nieve, truene, haga calor, porque te tratan bien, el café te lo ponen como a ti te gusta y siempre cruzas algún chascarrillo con el camarero, te tienes que joder e ir a otra cafetería que,  después de 5 minutos allí, decides poner en tu lista negra porque no te gusta nada, donde el café es como agua de lavarse los pies y el camarero es un borde de mierda que huele a sudor (ahora comprendes el motivo de haber encontrado sitio ahí...) Y todo esto porque es navidad y la gente de los cojones ha salido a impregnarse del espíritu navideño… Si realmente hay un espíritu de algún tipo del que impregnarse, seguro que también pilla cobertura en tu puta casa.

Eres cliente habitual de la tienda X, una papelería, por ejemplo, entras a comprar un sencillo lápiz y ¡no hay! ¿QUEEEEEEE? ¿Pero qué coño…? Todo arrasado, como si Atila hubiese pasado por allí (varias veces, ida y vuelta). Vas a la tienda de al lado, y lo mismo. Te quedas en medio de un pasillo revisando por enésima vez las estantería a ver si por casualidad ha quedado alguno, aunque esté sin punta, y te ves a ti mismo como Charlton Heston al final de la peli del planeta de los simios gritando ¡NOOOOOOO! ¡MALDITOS SEAIS!

Stephen Boyd como Mesala
Estás en casa tranquilo, y sale tu madre de la cocina y anuncia: “se me ha acabado la harina” Tú la miras con ojos entornados, retándola, en modo: estoy-en-zapatillas-no-pienso-salir. Miras a tu padre buscando auxilio, él te mira a ti, y pone cara de “están hablando contigo” y vuelve la vista a la tele donde, por supuesto, estarán dando una peli de John Wayne. Y cuando te das cuenta estás refunfuñando en el ascensor con el monedero en la mano, sabiendo que no sólo vas a traer harina...  Andas por los pasillos del supermercado, en modo walking dead,  buscando la condenada harina, y lo único que ves son madres locas empujando carritos rebosantes de guirnaldas y adornos  navideños embistiendo, cual malvado Mesala al sosaina de Ben Hur, a otras madres tan atolondradas como ellas. Detrás van los maridos, con cara de jabalí cabreado tironenado del brazo del hijo, que va llorando a grito pelado porque no le compran no sé que hostia… Finalmente encuentras la harina de los cojones, pero claro, no hay  la marca que usa tu madre. Suspiras. Coges el móvil y la llamas. Ella te mete 4 gritos, porque está estresada con la cena de nochebuena, te llama inútil, borrica, y te acaba colgando después de decirte que  cojas una cualquiera. Miras. Decides. ¡Esta! Que tiene un dibujo de un sol feliz (tiene un sol sonriendo, ¿qué puede fallar?) Llegas, por fin, a la caja, con tu paquete de harina, una botella de aceite y una bayeta súper absorbente y ¡HORROR! Una cola de aquí a pasado mañana, (¡mierdamierdamierda! ¡mecagoenlaputadebastos! ¡joder!) Y claro, como es navidad, y todo el mundo anda con el tiempo pegado al culo para ir a hacer al cena, o para ir a cenar a casa de la abuela; te ven con tus 3 tristes productos y hacen como que no te han visto (¡¡¡yo os maldigo hasta el fin de los días!!! ¡¡¡MWAHAHHA!!!) Te apostas en la cola y te empiezas a aburrir.TIC TAC TIC TAC… Y cuando te das cuenta vas por la letra “J”, ¿animal por J?, ¿animal por J…? ¡Jirafa! Por fin te toca. Pagas y te vas. Mientras en el ascensor topas con tu vecino, el "simpático-only-for-christmas"… y sigues a tu bola: con la K, kiwi; con la L, león…

Por fin llegas a casa. Dejas la bolsa sobre la mesa de la cocina. Bronca. ¡No dejes eso ahí que necesito sitio para las bandejas de los turrones! ¡Trae la harina! Se las das. ¡Pero qué mierda es esta! ¡Esta hace grumos! Ahora la bechamel no va a quedar bien ya verás que desastre… y dejas a tu madre despotricando de lo torpe que eres, que sólo vales para incordiar y mil cosas tan bonitas como esa. Esas cosas “bellas” que sólo la “bella” navidad es capaz de arrancar de las entrañas de la persona que más  te quiere del mundo y que se dejaría matar por ti, pero que hoy, para ella, sólo eres el patán “namber guan”,


viernes, 14 de diciembre de 2012


LEON, ELPROFESIONAL

Pues si. Hoy venía de hacer la compra, vestida de esquimal, que no es normal el frío que está haciendo estos días, y me sentí como Jean Reno en la película francesa “LEON, El Profesional” de Luc Besson. Si, porque en una mano llevaba las bolsa con las viandas,  y en la otra, una planta, en concreto  una flor de pascua. ¡No la iba a poner, pobrecilla, con la compra para ser aplastada por los cartones de leche!

Esta película es otra de mis favoritas. Sale el genial Jean Reno, que en realidad se llama Juan Moreno y es hijo de españoles nacido en Casablanca. Pero claro, yo entiendo que si quieres ser actor llamarte Juan Moreno… pues no, no tiene mucho tirón.
Os cuento un poquito de qué va la peli a ver si os animáis a verla. No todo el cine francés es raruno o del inspector Closeau...

León es un asesino a sueldo de buen corazón. Toma este camino  por necesidad, pero es un personaje bonachón donde los halla. Valiente y paternal. Nada de asesino con traumas de pasado trágico y turbio. La peli discurre con el día a día de León y  Mathilda cuando ella le propone que le entrene para ser una asesina como él  y vengar la muerte de su hermano pequeño, la única persona que le importaba de su familia. León rechaza tal locura. Le dice que puede entrenar con él, para hacerse más fuerte. Pero que si quiere venganza que contrate sus servicios. A León el farol le sale mal, porque ella sabe donde su padre guarda un montón de pasta de sus chanchullos. Y así empieza la andanza de esta singular pareja.


La pequeña Mathilda tramando su venganza
Hay una escena que me gusta mucho, en la que el protagonista después de “hacer un trabajillo” y curarse  espartanamente las heridas en la ducha, se va al cine, como si no hubiese pasado nada, a ver “Cantando Bajo la Lluvia”. En la escena se ve una cine casi vacío, León sentado en las primeras filas disfrutando como un niño con cara de papón  y emocionándose con Jene Kelly y su “I´m singing in the rain”. Adorable. 


Luego, tenemos a la genial y jovencísima Natalie Portman (con unos 12-13 años). Su personaje se llama Mathilda. Es una niñita muy espabilada que tiene una familia que es un cuadro (el padre camello de medio pelo, la madre puta, una medio hermana...), que un buen día entra en la vida de León, al ver que han asesinado a toda su familia. Me encanta la escena en que ella vuelve de hacer la compra y se encuentra todo el pasillo del edificio lleno de gorilotes armados. Ella se da cuenta de que la movida ha sido en su casa. Entonces, muy inteligentemente, pasa de largo por delante del piso donde vive, mira de soslayo y ve los cuerpos de sus padres y la sangre por todo el suelo. Llega al final del pasillo y llama al timbre de la casa donde vive el prota. Él al otro lado de la puerta no sabe qué hacer.  Finalmente, León, decide abrir y dejarla pasar. Y así es como la pequeña Mathilda pondrá su vida patas arriba. 
Como no, hay un súper malvado, un poli corrupto, y éste es Gary Oldman. Está psicóticamente genial. Excesivo. Esa es la palabra con la que definiría  al personaje.  El momento: cuando se pone los auriculares y suena una pieza de música clásica, mientras va reconstruyendo el tiroteo que acaba de ocurrir en la casa de Mathilda. Un colgao total.

Gary Oldman, un poli corrupto y psicópata
La verdad, es que es una peli que la veo muy de cuando en cuando, pero que me sigue gustando como el primer día. Y si sois fans de Jean Reno, no debéis perdérosla.

Bueno, ahora os dejo, que voy a decidir donde poner a mi planta de pascua. Este año, para variar, he decidido tener un poco de espíritu navideño (por que de momento eso no nos lo pueden quitar ni tenemos que pagar por él) y adornar un poco la casa.




MATHILDA Y LEON, una de las parejas más trágicas del cine








jueves, 13 de diciembre de 2012



¡OLE SUS HUEVOS!

La entrada de hoy no la escribo yo. La escribe una tal Trini Molina. No la conozco, pero no me importaría hacerlo para darle la mano y decirle: ¡OLE, OLE y OLE!
Una mujer andaluza escribió esta carta en respuesta a la campaña de acoso que están sufriendo los funcionarios. 
Yo entiendo que siempre pagan justos por pecadores,  porque sé que cuando nos toca siempre el inepto de turno (que ineptos e inútiles los hay por doquier) que no tiene ni zorra idea de su trabajo o que no les sale del ciruelo de hacerlo, también pagan nuestras críticas las personas que curran, y que lo hace diligentemente.
Esta carta me la reenvió una amiga por e-mai, y me pareció interesante publicarla en mi blog para el disfrute de, cuantos más, mejor. Aquí os dejo la carta. 




RESPUESTA AL ARTÍCULO DE OPINION " LA DICTADURA DEL FUNCIONARIADO " DE M. MARTIN FERRAND.


    Sr. Martín Ferrand son muchos ya los comentarios despectivos y miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta, como usted les llama de la que yo formo parte.

    Pero es precisamente su artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra "casta".

    En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que trato nos sentimos ni tenemos por qué sentirnos servidores de nadie, y mucho menos queremos ser servidos.

    Le aclaro que en mi declaración a Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como mínimo, 110 horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un Negociado, cobro 1.500 EUR, de los cuales usted se cree muy dueño de rebajar un 20%.
    Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de "vacas gordas" el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios?
    ¿Está usted quizás dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que habitualmente cobra? ¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional "libre" de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto:

    Un vecino de mi bloque, trabajador de la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el "boom" urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla capital. Es cierto, ahora está en paro y yo y toda mi casta hemos contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás lo cobraremos.
    Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para "repartir" con él y muchos como él que ahora no les va bien. ¿Hablaría usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del único pisito que poseo y que me está quitando el sueño? Los dos creemos que él no estaría dispuesto, ¿verdad? Pues yo tampoco a darle un 20% de mi sueldo.

    Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos. Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones.

    Por tanto, si yo he aspirado a "ganar poco y vivir tranquila" es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario. Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo.

    Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree para proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?

    Ah!.., y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, pues hay mucha "economía sumergida")
    Por lo tanto no intente "calentarle" el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos quienes con sus impuestos me retribuyen, nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado. Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su  profesión. Por ejemplo: si no escribe un día un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad, la Enseñanza, los Cuerpos de Seguridad... no acudieran a su trabajo... ¿qué ocurriría? En fin, Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.


    Yo lo suscribo por entero, y, en lo que se refiere a la Sanidad , diré (y hace mucho que quiero decirlo): Llame Ud. a un fontanero, o a un electricista, por ejemplo, un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada (y relato dos casos auténticos ocurridos con esos dos profesionales). ¿Cree que acudirá alguno a su domicilio? ¿Cuanto cree que le cobrará? ¿Le hará factura o le tendrá que pagar en "cash"? Además de tener que darle las gracias, aunque al día siguiente fallen las reparaciones. Yo se lo digo: después de llamar a los de la Compañía de Seguros de su domicilio, no irá nadie. Al día siguiente, tampoco. El primer día laborable se presentará uno que le facilitara el portero de su finca. Le dirá que, si quiere que repare la avería, le tiene que pagar en mano (creo que a eso se le llama dinero negro); estarán en su casa unos 7 minutos y el otro 14 minutos; le cobrarán: uno 80 EUR por 7 minutos y otro 93 EURuritos por 14 minutos. ¡¡¡ No está mal !!! (Por cierto al electricista se le tuvieron hasta que prestar las herramientas).

    Ahora le diré que pasaría si Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada se diera una fenomenal torta con su coche (Dios no quiera) después de venir de una fiesta de esas a las que sólo pueden ir los que tienen sus ingresos, aunque, la verdad, ustedes siempre suelen ir de gorra a esos saraos, cosa que no nos ocurre a ningún funcionario:

- Acudirán la policía y los Servicios de Emergencia, todos ellos funcionarios que tienen la suerte de trabajar ese día.

- Le llevarán a las urgencias de un Hospital Público: donde se le admitirá aunque Ud. no tenga cartilla de la Seguridad Social.

- Le atenderán celadores, personal administrativo, auxiliares de enfermería, enfermeras, diversos técnicos, médicos, etc. .. Todos ellos funcionarios que también tienen la suerte de trabajar ese día.

- Pongamos que sufre un traumatismo cráneo-encefálico (repito: Dios no quiera). Se le llevará a un quirófano ya preparado y bien limpio (también entran en esta función el personal de limpieza que también tiene la suerte de trabajar ese día).
- Se le intervendrá durante varias horas esa misma noche (no el día siguiente o el otro).


¿Sabe cuánto cobrará por hora el que más cobrará, en este caso los médicos y neurocirujanos? Alrededor de 15 Euros netos. El resto se lo lleva Hacienda (aquí no vale lo del dinero negro) Imagínese lo que cobrarán los demás...
¿Sabe qué ocurrirá si la operación no es de su agrado? Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) nos demandará. Iremos todos a los Tribunales y tendremos muchos problemas.
¿Sabe qué ocurre si uno de sus artículos, o la reparación, no es de nuestro agrado? ¡¡¡ NADA !!! Entonces, Sr. Martín Ferrand, ¿sigue opinando que se nos debe bajar un 20 % nuestras retribuciones? Si es así, a Ud., y a los que piensan como Ud., sólo tengo que decirles: ¡¡¡ Váyanse a tomar por el culo !!!



     Deben leerlo todos los funcionariosy los NO funcionarios

     Un abrazo.

    Y entérense de una vez, la única casta que existe en este país, son los miles de impresentables que salen en televisión y no se les conoce ningún trabajo ni titulación, los miles de políticos chupopteros que lo primero que hacen es cobrar sus sueldos para a continuación explicarnos a los que pagamos sus modestos sueldos, que tenemos que bajarnos los nuestros porque la cosa esta muy mal.
    Pongamos esto en marcha y ya que funciona internet (hasta que nos lo prohíban) démosle donde más les duele, en la opinión publica.

- Trini Molina

domingo, 9 de diciembre de 2012


RUSELL CROWE


Pues a mí me encanta. Y, sinceramente, me la pela lo que diga la gente. ¿Qué es un borde? ¿Qué tiene muy mal genio? ¿Qué le dan arrebatos de furia? … ¿Y a quién no? Todo tenemos, en mayor o en menor medida, mala hostia y arranques de ira, pero no hay un centenar de paparazzis acechándonos tras unos arbustos para luego publicarlo en el “Hola”. Todos nos enfadamos y explotamos, sólo que unos tienen más paciencia que otros, nada más. Además, no es lo mismo que Paris Hilton coja un berrinche y te agreda, sin ton ni son, con su Fendi, que por tamaño sólo le cabrá el i-phone y una barra de labios; a que se cabree como un mandril un tío de ¿cuántos? ¿90? ¿100 kilos? arranque un teléfono de la pared y te lo estampe en toda la cara... pues no, no es lo mismo.

Bueno, pues como iba diciendo, a mi me encanta. Como actor y como hombre de aspecto rudo y varonil. La primera vez que lo vi, fue en “Rápida y Mortal” de Sam Raimi, con Leo Di Caprio, Jene Hackman y Sharon  Stone. La peli es una mierda pinchá en un palo. Pero algo hizo bien la Stone (que no fue precisamente actuar), y fue elegir a Russell para el papel de forajido redimido convertido en predicador. ¡Bravo por la Sharon! Menos mal que ha hecho algo de provecho en su carrera cinematográfica, porque lo que es elegir proyectos e interpretar… en fin, mejor no sigo por ahí que me empiezan a salir espumarajos por la boca.

Como os iba contando, me fijé en Russel Crowe en esta peli, y me dije: tiene algo… Pero cuando lo vi haciendo de poli duro  en L.A. Confidential me quedé  en modo “OMG”. Y desde ese día lo puse en mi lista de actores-por-los-que-vale-la-pena-ir-a-ver-una-peli.

Con Guy Pearce en L.A. Confidential
L.A. CONFIDENTIAL  Es una peli que no me canso de ver. Es muy buena y la recomiendo. Tiene un guión muy currado, con giros bien atados que te enganchan más y más; muy buenas actuaciones (incluso de Kim Basinger, con Oscar incluido, awesome :O); una ambientación muy cuidada, los actores secundarios están geniales: Danni de Vito, Kevin Spacey…, pero yo me quedo con la actuación  del dúo Crowe-Pearce (otro tío que me encanta), dos polis totalmente opuestos, que saben que necesitan de la aptitudes y actitudes del otro para conseguir resolver el caso. Merece la pena verla, así que no voy a desvelar nada, porque, como ya dije antes, el guión tiene algunos giros inesperados ;-)

[Mi escena favorita: la del interrogatorio. FUCK YEAH!]




Miiii tesssoroooo
Y luego llegó GLADIATOR. ¡Joder! Cuando salí del cine, la primera vez, me puse a gritar: “¡De mayor quiero ser gladiadoooooor!” e iba por la calle blandiendo una espada invisible asestando golpes a enemigos imaginarios, ¡ZIS! ¡ZAS! ¡MUERE MALDITO! A lo que mis amigos no hicieron el más mínimo caso, porque ya saben que estoy un poco “pallá”. Como no, me regalaron, años después, una versión súperchuliquetecagas, con 3 CD de extras más el de la peli, of course. La tengo como oro en paño, como tantas otras en mi pequeña colección de DVDs, y no me canso de verla. Siiiiiii, ya lo sé, el director se tomó muchas licencias, pero no hay que ver siempre el cine con esa mirada crítica de los puristas de la historia, porque si no no disfrutas de nada. A no ser que sea algo tan aberrante como lo de “The Kingdom of Heaven”, porque eso no tenía nombre (sólo diré en defensa de Ridley Scott, que todos los directores y actores tienen, al menos, una cagada, en sus carreras.)

[Mi momento: el comienzo, cuando van a luchar contra los germanos]
[Mis frases: "Tus defectos como hijo son mis fracasos como padre" "A mi señal: ira y fuego", aunque esta me gusta más en la versión orinal: "At my signal, unleash hell"]


Otra de mis favoritas de Russell es MASTER & COMMANDER. Diossssss, otra que no me canso de ver. Y en ésta hasta los más entendidos del tema tuvieron que cerrar su pico de oro. La gente perteneciente a la marina inglesa, muy ducha en el tema y muy protectores con su legado histórico naval (que nadie ose mancillar so pena de guantazo en la cara), no tuvo nada que objetar. Personajes, ambientación, terminología marina de la época, trajes, cartas náuticas, aparejos…. todo, no han tenido que ir en modo picajoso a tocar los huevos en ningún momento.

Con Paul Bettany en Master & Commander


La verdad es que esta peli tiene grandes interpretaciones. Por ejemplo, Paul Bettany haciendo de médico roza la soberbia. Sobre todo en los momentos que le da  la réplica al capitán Aubrey, interpretado, como no, por mi Russell. Tienen unas escenas impresionantes de batallas navales. El principio te deja sin aliento, cuando estás todo tranqui en tu butaca y de repente FIIIIIIIIIIIIIIIUUUUUUUUUU...BUUUUUUMMMM!!!!!!!!! Un cañonazo arrasa la cubierta de un barco O_O y te agachas, cual comadreja, tras la butaca que tienes delante, porque tienes la sensación de que todas esas astillas de madera, que vuelan por el aire, se te van a clavar en los ojos... Y qué decir de las escenas de cuando los dos personajes principales tocan juntos, ¡¡¡wooooo!!! Se me ponen los pelos de punta. En concreto con esta pequeña pieza http://www.youtube.com/watch?v=9RrYBDFVHd8  me encanta  *^_^* 

La verdad es que la banda sonora no tiene desperdicio, y es una de mis favoritas, junto con la de “Conan”, “El Último Samurai”, “Black Hawk derribado” y “Memorias de África” (esta última tiene temas que te encojen el corazón, ainsss….). Por cierto, como anécdota he de decir que súper Russel estuvo dando clases de violín, 5 horas al día durante varios meses, para manejar correctamente este instrumento. Él toca las piezas de verdad ¡que crack!, aunque para la peli es "doblado" por un violinista especialista en música y piezas de esta época.

[Mi frase favorita: " Sería como encontrar un hombre honesto en el parlamento "]
[Mi momento: la emboscada (...después de todo, La Sorpresa es nuestro barco.)]


Otra peli de Rusell, que ningún cinéfilo debe dejar de ver es American Ganster. Simplemente brutal, vedla y me contáis. Y una peli raruna, de los comienzos de este actor: Romper Stomper Es un poquito cutre, pero se deja ver como mera curiosidad.


Otra de mis joyitas de DVD es CINDERELLA  MAN. Otra peli con una gran historia que contar: un boxeador venido a  menos por la depresión del 29,  resurge de las cenizas; y con, ya, unos 40 palos o más se alza, de nuevo, con el título de campeón en su categoría. Buena ambientación, trajes exquisitos, sobre todo en los personajes femeninos; y un Paul Giamatti simplemente genial (como siempre).

Wallpaper chulo que encontré por ahí

[Mi momento: cuando el prota va a pedir limosna para poder pagar los recibos (mon dieu! Gladiator llorando, eso emociona a cualquiera)]


Robin Hood no está mal. No es de mis favoritas, pero me gusta para pasar el rato, y también me gusta porque sale Cate Blanchett, que es divina, y todo lo que hace lo hace bien, ¡EA!

El remake de El tren de las 3:10  junto a Christian Bale, me gusta mucho. Tanto él como Bale tienen unos personajes complejos y vale la pena invertir un par de horas, largas, en verla. Un poco diferente a su predecesora, pero hay que tener en cuenta que las separan muchos años.

Ahora, Russel Crowe, tiene en cartel el musical de Los Miserables, junto con Hugh “chulazo” Jackman y la sosía Anne Hathaway (que no es mala actriz, pero me parece que tiene poca sangre en las venas), a ver si, por fin, nos sorprende es este papel.  
También está rodando una peli sobre la vida de Noé (si es que no para), pero ¿Russell Crowe haciendo de Noé? No sé yo… Pero bueno, todo es cuestión de esperar y verla. 

Y para despedirme, queridos amigos, un consejo les voy a dar, y por ser el 1º es gratis: hay que ver mucho cine, bueno y malo. Nunca fiarnos de las opiniones de otros. Hay que ver las películas para poder tener una opinión propia sobre ellas. Hay que verlas, incluso, aunque sepamos que son malas, porque que si no las vemos, luego, no las podremos criticar MWAHAHAHAH!!!! (que malvada que soy).

sábado, 1 de diciembre de 2012

4 AÑOS

Cuatro años ya. Cuatro largos, anodinos, infructuosos, decepcionantes, deprimentes, angustiosos y monótonos años en paro.

Así es, queridos amigos. Cuatro años, que se dice pronto, pero se viven eternos. Siento que esta entrada de hoy esté cargada de furia y resentimiento, pero créanme, si no se vive la situación, no se comprende, ni desde lejos.

Estar en paro, no es como ustedes piensan: estar de vacaciones indefinidas, o estar todo el día rascándote el ciruelo a dos manos. Puede que durante unos meses o incluso un año, es algo que siente bien y que sea necesario, al menos una vez en nuestras vidas: un año sabático. Pero esto mola si tienes un paro que cobrar, que te ayude a mantenerte mientras navegas buscando nuevos rumbos y descubrir nuevos mares.


www.ultimahoradiario.com



Estar tanto tiempo en paro implica que tu vida se detiene. Toda tu vida se para, se pone en pausa. Y tú, desde tu dimensión, ves todo lo demás moviéndose a un ritmo frenético. A toda esa gente que alguna vez me pidió paciencia, que pronto cambiarían las cosas, que no me preocupara que algo saldría… les voy a contar cómo es tener tu vida en modo pause:

Cuando tu vida se detiene, no avanzas. No vas hacia ningún sitio, porque no puedes. La vida que habías soñado se esfuma de entre tus manos. Ahora es sólo como un fuego fatuo, que se desvanece cuando te acercas a él. No puedes hacer nada para remediarlo. Tus días son todos iguales, tanto te da que sea lunes como que sea sábado. Te sopla la poya acostarte a las 5 a de la madrugada un jueves y  levantarte a las 2 de la tarde al día siguiente, porque no tienes ninguna necesidad de madrugar. ¿Para qué? ¿Para sentarte delante de la tele a desayunar y ver las noticias? ¿Para cabrearte como un mandril porque cada vez despiden a más gente? ¿Para darte cuenta de que este hecho hace que tus oportunidades de encontrar trabajo cada vez sean más escasas, o porque no, ya nulas? -¿Qué prisa tengo? Pienso. Si no voy a ningún sitio, si nadie me espera… que más me da. “Apúntate al gimnasio” me dice alguna mente brillante… Si, claro, es que donde yo vivo los gimnasios son como ONGs y puedes pasarte la tarde allí haciendo pilates y spinning por el belfo… (dios, dame paciencia…)

www.neeerd.com

Estar en paro tantos años congela tu vida. No puedes tener una casa propia, pues no te la puedes permitir, vives de alquiler (yo aún tengo suerte en eso, porque hay gente que ha tenido que volver con sus padres), en un sitio donde no te permiten hacer nada, ni cambiar los muebles de sitio (cosa que me he pasado por el arco del triunfo), ni poner un cuadro, ni pintar… con lo que esa casa, realmente no la sientes como tu hogar. Y aunque sí pudieses hacer cosas, tampoco te lo puedes permitir, pues no tienes dinero ni para comprar un puto cojín de 1 euro en ikea. Si pretendías casarte y comenzar una vida con tu pareja, ve olvidándolo también, y todo lo que viene detrás.

Si no trabajas, no tienes un compromiso que cumplir todos los días, por lo que no tienes una rutina que seguir, y todo te la pela. No trabajar te excluye de adquirir más experiencia, y la que tenías se distancia en el tiempo o la pierdes, y eso no gusta en las entrevistas. Pero también implica que no conoces gente nueva, que te aporten cosas nuevas en tu vida, ni haces nuevas amistades, ni conoces sitios nuevos ni ná de ná. Y si es como mi caso, que vivo lejos de mi familia y mis amigos, es algo bastante importante eso de conocer gente nueva, para poder hacer nuevas amistades, y todo eso, pero cuando te pasas el día entero metido entre cuatro paredes, es complicado.



www.gaussianos.com

Si no curras tampoco te puedes seguir formando, para poder acceder a otros trabajos mejores, o que esa formación extra permita que destaques sobre otros competidores. Si no hay pasta tampoco puedes salir con tus amigos, por lo que las amistades se enfrían. Y las pocas veces que consiguen que sagas de tu cubil para INVITARTE a un café, tú te sientes mal porque no tienes nada bueno que contarle a esa persona. Sólo quejas y más quejas, enfado y rencor, y eso acaba hastiando a la gente. Pensadlo un momento. ¿Verdad que todos tenemos un amigo quejica al que intentamos evitar como a la peste? Pues eso.

Ves como tu ropa se va convierte en harapos. Se llena de bolitas, se pone fea, se estira, se llena de agujeros y después de zurzidos, deja de abrigar, ya no te sienta bien… pero te la sigues poniendo. Rebuscas en el desván cosas que un día desechaste, a ver si puedes volver a usarla. El día que echas a lavar tus únicos vaqueros te das cuenta de que no tienes otros pantalones y  te pones el chándal de andar por casa esperando a que se sequen, y poder ir vestido por la calle con un poco de dignidad. Esos pantalones son todoterreno, pues son los que usas para ir a la compra, para salir a dar un paseo, y los que, si tienes mucha suerte, llevas  a una entrevista de trabajo, y claro, como están destrzados del uso, pues no das una muy buena impresión, y ya sabemos qué pasa cuando no das buena impresión en una entrevista de trabajo.

Se te quitan las ganas hasta de salir de casa, porque lo único que ves cuando sales es tooooodo lo que no puedes hacer: ir al cine, a un concierto, comparte un libro o una revista, comprar un regalo a tu pareja o a tus padres, entrar a tomar un chocolate con churros porque en la calle está nevando y tú tienes un frío del carajo y los pies como témpanos de hielo. Y algo, que no debería de contar porque me parece de mal gusto, pero hoy estoy enfadada cual hidra de Lerna, pero hasta productos de primera necesidad y de índole personal femenina, (compresas, coño!) tienes que comprar las de oferta y racionarlas, si ra-cio-nar-las. Que ya me parece de traca.



HIDRA DE LERNA (www.taringa.net)

Las fechas señaladas te deprimen aún más: cumpleaños de amigos a los que no puedes ir, ni siquiera regalarle un pequeño detalle, aniversarios, cenas de viejos amigos que se quieren ver, al menos una vez al año, y que tú sólo verás las fotos en el Facebook. Las bodas y bautizos en los que no podrás disfrutar de la felicidad de tus amigos, porque no tienes ni para regalarles una tarjeta del Carrefour. Y las navidades…mejor ni os lo cuento ya, porque a estas alturas ya os lo podréis imaginar. Tampoco puedes viajar, sólo puedes invitar a tus amigos a tu casa a tomar un café y ver las fotos de su último viaje a Roma y morirte de envidia.

Lo de buscar trabajo e ir a echar curriculums. Eso es lo mejor. Si no tienes dinero y vives lejos de la civilización, debes usar el transporte urbano, pq no puedes mantener un coche, y dejarte unos 10 euracos en ir y volver. Por lo que tampoco lo puedes hacer todos los días; entonces un  día te llenas de fuerza de voluntad y, curriculums en ristre, te lanzas a patear las calles todo el tiempo que tus pies aguanten.  

Tras cuatro horas sin parar de caminar, ni para tomar un café (pues no entra en el presupuesto, pq si usas esos dos euros para el café, sabes que luego debes ir andando desde el tren hasta tu casa, que está a 35 minutos a pie y a 2 grados bajo cero, o  a 40, depende de la época). Así que cuando tienes el gaznate seco o el estómago te ruge de hambre, coges tu botella de agua del grifo, of course, le das un trago y continúas. 




www.flavioalmeida.me


De lo de mandar curriculums por internet, mejor ni hablo, por que me caliento. Eso si que es un puto cachondeo. Puedes tardar más de 1 hora en registrarte en una página para poder inscribirte en una mierda de oferta de trabajo. Demasiado esfuerzo para poder entrar en el proceso de selección para (no es inventado, lo leí ayer en una página seria, una de las más famosas en España para buscar trabajo): 


"¡URGE! Azafata para eSpositor de telefonía móvil en el IFEMA. Mandar CV con medidas, altura mínima 1,70. EStrovertida y eSuberante


Osea, que un put@ analfabet@, ¿es la persona que me va a dar trabajo a mi? (es que manda huevos) Y que ¿para su mierda de  puesto en el ifema no le vale un tío bajito, simpático y regordete, pero que pilote mil del tema? NOOOO, pongamos una zorrilla con escote y minifalda para despistar al personal y me compren cualquier mierda. ¡¡¡¡DIOSSSSS!!!!¡¡¡ Me voy a cagar en todo el maldito santoral!!! Y así podría seguir “per sécula seculorum”. Pero creo que no hace falta, supongo que ya habrán cogido el “conceto”.


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Mis cuatro años de asco comenzaron yéndome de un trabajo donde mi jefa no me había dado de alta en la S.S. por lo que el año que curré para esa hija de la gran puta, no me sirvió para cotizar y cumplir el tiempo reglamentario para cobrar el paro. Y es triste que a mis, casi ya 35 tariles, todavía me falten 23 días para tener un año cotizado ¡UN PUTO AÑO! No sé si algunos de ustedes se dan cuenta de los frustrante que es haber estado currando desde los 22 años, estar a punto de cumplir los 35 y que llegue a tu casa una carta con tu vida laboral, y que te de un golpe de realidad en el hocico al ver que no tienes más que 11 meses y pico cotizados…

Toda tu jodida vida currando, para poder seguir estudiando. Currar y estudiar a la vez para poder terminar una carrera, y que todo ha quedado en agua de borrajas. Toda tu puta vida esforzándote un 300% en los curros más miserables para poder seguir estudiando y poder acceder, cada vez, a mejores trabajos. Aguantando a tus jefes, que la gran mayoría fueron unos jodidos cabrones explotadores, usureros hijos de puta, y aprovechados. Así revienten de su puta codicia.

Ahora, con 34 palos, me veo mendigando trabajo, que no buscando. 






Antes, no hace muchos años, encontraba curro el que estaba mejor preparado y punto. No había duda. Cuando terminabas de estudiar, el único problema que podías tener era la falta de experiencia, pero era lo único; tarde o temprano aparecía algún empresario con cojones, que no tenía miedo de contratar a un pipiolo sin experiencia, pero que olía el talento. Y ahora… entras en los sitios y te da pena. 

Bueno, a mi me cabrea hasta la médula y me hace hervir la sangre, ver a gente inepta, maleducada, que no tiene ni puta idea de lo hace o dice en su curro, vestidos como indigentes o mujeres de moral distraída, ocupando un puesto de trabajo; y tú, con todos tus estudios, toda tu experiencia, toda tu educación y buenos modales (pq yo pertenezco a la generación del “por favor” y “gracias“, de tratar a la gente de usted y de ceder mi asiento en el tren) andas mendigando un curro, aunque sea de cajera en el DIA (con todos mis respetos a esas cajeras, que tienen más paciencia que un santo, me saco el sombrero, ¡joder!).

Ah! Y no os he contado lo mejor. El hecho de no cotizar de modo alguno, no me da derecho a tener Seguridad Social. Tengo que sacarme una tarjeta de “persona sin recursos”. Así que aparte de puta, pongo la cama también. Ni el “lujazo” de ponerme enferma me puedo permitir… y estar 4 años inactivo mina la mente y el físico de cualquiera, pero yo paso mis lumbalgias, mis catarros y mis cefaleas al modo espartano: ajo y agua (a joderse y a aguantarse) y como dicen que lo que no te mata te hace más fuerte… PUES TIEMBLA CHUCK NORRIS, PORQUE SI TE PILLO TE REVIENTO, ¡¡¡JAJAJAJA!!!!

Así que, a toda esa gente que me ha pedido paciencia, les digo que ojalá nunca se vean en mi situación, porque ya querría verles yo pidiéndose a sí mismo paciencia y paz interior. ¡JA! Creo que a los 6 meses algún@s se habrían quedado calv@s del estrés; otr@s adict@s a los antidepresivos o más bien, adictos a las crisis de ansiedad porque no tendrán pasta para sus drogas; otros habrán perdido 20 kilos y otros ganado ese peso. 

Entonces yo les pasaré mi mano por la espalda y les diré: paciencia amig@, seguro que encuentras algo… y por cierto, el viernes no puedo quedar contigo para oír tus lamentos porque tengo mucho lío (y luego estaré pasándomelo teta en algún garito con mis amigos currantes, derrochando mi puto dinero invitando a rondas de chupitos).

Pero ¡ojo! Que os digo todo esto desde el cariño. Así que no os lo toméis mal. Aparte saben de sobra a quién dirijo estas líneas y a quién le debo mil gracias por sus palabras, sinceras, de apoyo. Y una cosa más les digo: yo duermo todas las noches del tirón, porque tengo mi conciencia muy tranquila.

Os quiere,

S.



viernes, 30 de noviembre de 2012


MI VIAJE EN GLOBO

Tomada desde el globo donde yo iba
Fue un regalo de cumpleaños y me sentía como David Niven en la peli “La Vuelta al mundo en 80 días”. Aunque pensándolo fríamente ahora, tal vez me pareciese más a Cantinflas...que pena. Pero bueno, yo iba en un puto globo. Allí arriba, en el más absoluto de los silencios, deslizándome suavemente por las corrientes de aire. Así es montar en globo.

Dando fe de la hora del despegue
Todo empezó un domingo ¿o era sábado...? No me acuerdo. Pero sí recuerdo tener que levantarme a las 5 de la madrugada para estar en Segovia a las 7 de la mañana. Me cagué en todo lo cagable. Y estuve esbardallando y bufando todo el camino, preguntando a los todos los dioses y a los 4 vientos, que si no sería posible viajar por sus dominios más tarde. Que si a las 11 de la mañana cierran el cielo o algo así. ¡Qué rencor!

Llegamos medio zombies al lugar del despegue, y ya había un montón de mataos, ejem, perdón, gente que, como nosotros, también se habían dado un madrugón del copón para hacer una pequeña travesía en globo. 
Estuvimos pululando un rato entre los globos que estaban a medio hinchar sobre el campo, haciéndonos fotos y rezando para que no nos tocase ningún frikie en la misma cesta (no colaría que fuese un accidente).
Por fin descubrimos en qué globo iríamos y quién sería nuestro "piloto". Nos juntamos con el resto del grupo y escuchamos atentamente lo que nos contaba el monitor que manejaría el globo. 


Ahí podéis ver los asideros de cuerda
Aquí se ven las secciones
No hubo nada complicado de entender. El hombre nos fue estibando en la cesta en el modo que él creyó más conveniente.  El caso es que no es como se ve  en las pelis, que uno campa a su voluntad por la cesta, como Fräulein  María canturreando y danzando por los alpes austríacos, si no que está dividida en secciones. En concreto 5. Una central, donde va el piloto, y a ambos lados de ésta hay 2 cubículos a la derecha y 2 más en la izquierda, donde caben 3 y 4 personas respectivamente. Y al otro lado una disposición a la inversa: 4 y 3, para equilibrar. Una vez dentro nos dio una orden muy sencilla para el momento del  aterrizaje: ponerse en cuclillas de espaldas al sentido de la marcha, sujetándonos en unas agarraderas que había en el interior de los cubículos a la altura de las rodillas e inclinarnos hacia atrás, para ayudar a frenar. Hicimos una prueba para ver que todos lo habíamos entendido y por fin comenzamos a ascender.
Un despegue suave, muy suave, imperceptible, casi, el hecho de que no elevábamos en el aire. Realmente tardas un rato en darte cuenta de que asciendes, hasta que tomas algo como referencia, un coche en mi caso, y ves que las cosas empiezan a tener un tamaño muy pequeño.



Hablando de ovejas en rediles...

Allí estábamos, cual ovejas en un redil, en silencio, ascendiendo. De vez en cuando ese silencio era roto por el sonido del aparato que generaba la llama. Pero no había nada más. Solo silencio. Esto fue una de las cosas que más me impactó, aparte de las increíbles vistas que teníamos (como veis en las fotos), el silencio. Puede que suene raro, pero era un silencio atronador. Nunca había “oído” nada así. Y eso que me crié en una casa de campo, donde las noches son muy oscuras, frías y silenciosas; pero siempre hay algo que rompe ese silencio: grillos, ranas, un perro lejano aullando, el ulular del viento… o tu madre gritándote que ya está bien, que venga para casa, que está cayendo helada y te vas a poner enfermo… (y claro, vas y pones enfermo, ¡bruja!). En fin. Que no se oía nada. Ni el viento, ni pájaros, nada. Es más, creo que ni oía respirar a mis compañeros de cubículo. Era como cuando algo te sorprende mucho y te quedas petrificado, sin respirar, sin pestañear. Todo era quietud.

Sobrevolamos la catedral y un monasterio, luego ya nos dirigimos a una zona de campos en barbecho buscando un buen lugar donde aterrizar. Descendimos y fue el primer momento donde notas que vas en un “transporte” que se movía, porque realmente no tienes sensación de desplazamiento, a no ser que mires la sombra que proyecta el globo en el suelo y ves que se mueve. Salimos de la cesta y nuestro piloto nos dio instrucciones: 
- Ahora van ustedes desinflar el globo y a recogerlo. Se dividen en dos grupos y se pone a ambos lados. 
Y así lo hicimos. Empezamos a ponernos encima de la tela, con manos y rodillas (como cuando quieres quitarle el aire a una bolsa de patatas para cerrarla, pero a lo bestia); y una vez que ya estaba completamente vacío, volvimos al extremo superior (es este caso el más alejado de la cesta) y comenzamos a enrollarlo. Tras meter tooooooda esa cantidad de tela en un saco (que no te crees que ese globo de unos 40 y pico metros, quepa ahí) y subir la cesta al remolque, nos dieron un pequeño ágape: queso, jamón, embutidos varios y champán ¡JAJAJA! ¡Champán!- Ahora sí que me siento como David Niven, con toda su pompa y flema inglesa.

Ahí os dejo una pequeña selección de fotos. Espero que os gusten.


La llegada

Despegando











  










El poder jedi, MWAHAHAHA!!!



¿Y si lo pincho?



Maniobra temeraria pasando por encima de otro globo




¿A qué dan ganas de tirarse?