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viernes, 14 de diciembre de 2012


LEON, ELPROFESIONAL

Pues si. Hoy venía de hacer la compra, vestida de esquimal, que no es normal el frío que está haciendo estos días, y me sentí como Jean Reno en la película francesa “LEON, El Profesional” de Luc Besson. Si, porque en una mano llevaba las bolsa con las viandas,  y en la otra, una planta, en concreto  una flor de pascua. ¡No la iba a poner, pobrecilla, con la compra para ser aplastada por los cartones de leche!

Esta película es otra de mis favoritas. Sale el genial Jean Reno, que en realidad se llama Juan Moreno y es hijo de españoles nacido en Casablanca. Pero claro, yo entiendo que si quieres ser actor llamarte Juan Moreno… pues no, no tiene mucho tirón.
Os cuento un poquito de qué va la peli a ver si os animáis a verla. No todo el cine francés es raruno o del inspector Closeau...

León es un asesino a sueldo de buen corazón. Toma este camino  por necesidad, pero es un personaje bonachón donde los halla. Valiente y paternal. Nada de asesino con traumas de pasado trágico y turbio. La peli discurre con el día a día de León y  Mathilda cuando ella le propone que le entrene para ser una asesina como él  y vengar la muerte de su hermano pequeño, la única persona que le importaba de su familia. León rechaza tal locura. Le dice que puede entrenar con él, para hacerse más fuerte. Pero que si quiere venganza que contrate sus servicios. A León el farol le sale mal, porque ella sabe donde su padre guarda un montón de pasta de sus chanchullos. Y así empieza la andanza de esta singular pareja.


La pequeña Mathilda tramando su venganza
Hay una escena que me gusta mucho, en la que el protagonista después de “hacer un trabajillo” y curarse  espartanamente las heridas en la ducha, se va al cine, como si no hubiese pasado nada, a ver “Cantando Bajo la Lluvia”. En la escena se ve una cine casi vacío, León sentado en las primeras filas disfrutando como un niño con cara de papón  y emocionándose con Jene Kelly y su “I´m singing in the rain”. Adorable. 


Luego, tenemos a la genial y jovencísima Natalie Portman (con unos 12-13 años). Su personaje se llama Mathilda. Es una niñita muy espabilada que tiene una familia que es un cuadro (el padre camello de medio pelo, la madre puta, una medio hermana...), que un buen día entra en la vida de León, al ver que han asesinado a toda su familia. Me encanta la escena en que ella vuelve de hacer la compra y se encuentra todo el pasillo del edificio lleno de gorilotes armados. Ella se da cuenta de que la movida ha sido en su casa. Entonces, muy inteligentemente, pasa de largo por delante del piso donde vive, mira de soslayo y ve los cuerpos de sus padres y la sangre por todo el suelo. Llega al final del pasillo y llama al timbre de la casa donde vive el prota. Él al otro lado de la puerta no sabe qué hacer.  Finalmente, León, decide abrir y dejarla pasar. Y así es como la pequeña Mathilda pondrá su vida patas arriba. 
Como no, hay un súper malvado, un poli corrupto, y éste es Gary Oldman. Está psicóticamente genial. Excesivo. Esa es la palabra con la que definiría  al personaje.  El momento: cuando se pone los auriculares y suena una pieza de música clásica, mientras va reconstruyendo el tiroteo que acaba de ocurrir en la casa de Mathilda. Un colgao total.

Gary Oldman, un poli corrupto y psicópata
La verdad, es que es una peli que la veo muy de cuando en cuando, pero que me sigue gustando como el primer día. Y si sois fans de Jean Reno, no debéis perdérosla.

Bueno, ahora os dejo, que voy a decidir donde poner a mi planta de pascua. Este año, para variar, he decidido tener un poco de espíritu navideño (por que de momento eso no nos lo pueden quitar ni tenemos que pagar por él) y adornar un poco la casa.




MATHILDA Y LEON, una de las parejas más trágicas del cine








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