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domingo, 15 de marzo de 2015

UNA DOCENA DE RAZONES POR LAS QUE ES MENESTER DESPELLEJAR “EL HOBBIT”


¿Porqué? ¿Porqué? Oh! Peter Jackson, ¿por qué has vendido tu alma al diablo con ojos en forma de símbolo de dólar? Ya fui benevolente con las “pequeñas” licencias que te tomaste con “El Señor de los anillos”, pero te las perdoné porque no metiste ni una canción en ninguna de las 3 películas y, para mi, eso fue de agradecer; también por elegir a Viggo Mortenesen para encarnar a mi personaje favorito de la novela. Pero lo de “El Hobbit” es imperdonable. Creí que un fan de la obra de Tolkien, director del gore más bizarro, “Braindead”, y de cosas tan jodidamente perversas como “Criaturas celestiales” tendría más criterio sobre un libro que es referencia para todo aquel que lea fantasía épica.




Y sin más dilación, comienzo el despelleje:

1. Trilogía: ¿En qué cabeza cabe semejante majader…? Oh, wait! Los fans. Ya… y mis cojones 33. Que te has vendido por un puñado de dólares, Peterjackson. Yo admiré tu arrojo al enfrentarte a la titánica empresa de la adaptación de una novela de semejantes proporciones como es “El Señor”, tanto por su denso contenido como por su importancia como clásico de la literatura universal y alta fantasía épica, y salir bastante airoso. Esta novela tenía razón de ser convertirla en una trilogía, pues así la concibió Tolkien; pero ¿este pequeño cuento cuasi infantil? Vamos, no me jodas.

2. Beorn: ¿Pero qué cojones es esto? Pensé nada más verlo en la pantalla. ¿Pero en que hostias estabas pensado Peter Jackson? Uno de mis personajes favoritos y ¿le haces esto? Te odiaré hasta el fin de los días. Según lo describe Tolkien, te lo imaginas como un hombre de enormes proporciones, fuerte y con una espesa barba poblando su rostro, como un híbrido entre hombre y enano, pero en versión 4x4. Pero no ese engendro, que me recuerda a Michael J. Fox en la peli de  “Teen Wolf”. Y como ya poco me hervía la sangre con esta pinta de hombre lobo cutre, vas y te lo pasas por el forro de los cojones y no le das la importancia que se merece y que tiene en el libro. Fuck off, Peter!

3. Radagast: Jaja, ji ji, que gracioso el viejo con la caca de pájaro en el pelo ¿que no? Pues, en la novela solo lo nombran, no sale. Punto y final.  

4. Tauriel: Vete a tomar por culo, Peterjackson. Esto ya sí que no. Nain, nain, nain! Pero ¿por qué inventas? No inventes. Si Tolkien pensó que en su historia no era necesario que hubiese ninguna fémina, pues respétalo, joder. Y para más inri creas una historia de amor imposible donde las haya: elfos y enanos, enemigos desde que el sol es sol. Ya me tuve que tragar el protagonismo innecesario de Arwen, en “El Señor”, y el pasteloso idilio con Aragorn; y ahora me vienes con esto.  ¡Arde en el infierno! Y todo lo que se le atribuye a este personaje creo (hace unos 20 años que leí este libro) recordar que lo hace Glorfindel; ese elfo que en las novelas molaba un puñao y lo han ninguneado en ambas trilogías, ¿porqueeeeeee?

5. Azog: un súper trasgo “tó ciclao”, WTF? Ya sé que hay que estar muy puesto para matar a Thorin Escudo de Roble, pero no creo que hubiese clembuterol por esos lares y tal. Ahora en serio. Primero: Azog no mata a Thorin, si no a Thror, su abuelo. Segundo: en esa época Azog lleva un tiempecito muerto, ya que la había palmado en la Batalla Azanulbizar a manos de Dáin Pie de Hierro. Y tercero: es su hijo Bolgo el que lidera a los trasgos en la Batalla de los Cinco Ejércitos. No tengo nada más que añadir, señoría.

6. Fili y Kili: Mis dos enanos favoritos, después de Escudo de Roble, of course. Y tengo que decirlo o reviento: no los mata el trasgo ciclado, si no que tienen una muerte más digna y épica, y que te has pasado por el arco del triunfo Peter. Mueren épicamente protegiendo a su tío Thorin a las puertas del Reino bajo la Montaña. Otra cagada gorda.

7. Legolas: En una palabra, sobra. En el “Señor de los anillos”, el director, ya dejó patente que tenía sueños húmedos con este elfo, cuando le dio un protagonismo excesivo. En esta película nos lo presenta siendo el más pajas entre los guerreros pajas de la Tierra Media, y atribuyéndole hechos de otro elfo. En “El Hobbit”, Peter Jackson ya no se corta, y su onanismo desmesurado con este personaje se eleva a la enésima potencia. Legolas se convierte en el Rambo de los bosques, ceño fruncido y repartiendo estopa con aires de malote, que sólo le faltaba que las puntas de sus flechas fuesen explosivas y que su padre fuese el Coronel Trautman.

8. Bardo: Personaje humano que me encanta y el actor que lo encarna, Luke Evans, también, por lo que no quería despellejarlo mucho. Así que esto es ya es ser picajoso y tocahuevos porque sí, pero bueno. Pues eso, que Bardo descubre como matar a Smaug porque se lo dice, aunque suene a coña, un pajarillo.

9. Aragorn: Ya sé que no es un personaje de este libro, pero viene al caso porque me parece un error grave. Cuando Thranduil (que no aparece en la novela) le pide a Legolas que busque a Aragorn (cosa que tampoco pasa en el libro), es algo un poco difícil, pues la historia de “El Hobbit” es unos 60 años antes que la de “El Señor de los anillos”, por lo que el montaraz sería un zagal en ese momento de la historia, y no viene al caso ir allí a darle la chapa con que es el heredero al trono y tal… menuda presión para el chaval.

10. La batalla: Tooooooda esa súper-ultra-mega batalla épica que le ocupa a Peter Jackson una peli de más de 2 horas, en el libro lo finiquitan en un capítulo. Para mí fue de lo más entretenida en el cine, ya que si hay que matar se mata, pero en el libro no es tan jodidamente homérica, es una batalla mucho más ligera, al fin y al cabo el libro fue concebido para niños.

11. El Rey elfo, Thranduil: El mal encarado, y demasiado tarado para mi gusto,  papi de Légolas. Pues otro que no pinta nada ahí, ni Tolkien lo menciona en la novela. Y yo me imagino la escena con Peter y sus coleguitas guionistas, Del Toro, Walsh y Boyens:

- Oye Peter, que vamos a sacarnos de la manga al Rey Elfo y tal, que mola mogollón.
- ¿Y eso porqué? - Pregunta atónito el director.
- Pues porque nos sale de la punta de la minga.
- ¡Ah! Pues vale.




12. Enanos: No entiendo esta dejadez. La compañía formada por enanos son el hilo conductor en el libro, son totalmente olvidados en la “La batalla de los Cinco Ejércitos” y quedan relegados a, ya no un segundo plano, si no casi a ser algo anecdótico. Los han desterrado totalmente de la historia. ¿Enanos? ¡Ah, si! Pasaban por allí y hacen coro a Escudo de Roble, y poco más. ¡Mal Peter, mal!


“El Hobbit” es una película innecesariamente larga, donde su protagonista, Bilbo Bolsón (un desaprovechado Martin Freeman), el jodido hobbit que le da nombre a la novela, ni más ni menos, es totalmente invisible. Los enanos, personajes con un gran carisma en el libro, aquí son presentados como unos bonachones y orondos enanitos, que van dando saltitos por ahí y diciendo gracietas, tipo David el gnomo, craso error; pues bien es sabido por los fanáticos de la fantasía épica que los enanos son una raza  de seres recios, corpulentos, robustos (no gordos), una estirpe orgullosa, algo tercos, tenaces y persistentes, son combatientes rudos y  valientes y les gusta pelear más que a un tonto una piruleta. Los frikie-fans (entre los que me incluyo), hemos echado en falta todo eso en los, desaprovechados, compañeros de Bilbo Bolsón, en esta épica historia. Peter Jackson ha hecho una trilogía entretenida de aventuras, pero un auténtico despropósito en cuanto a la adaptación cinematográfica.




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