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sábado, 9 de marzo de 2013

LIARME A TIROS


www.televisionando.es
Eso es lo que voy a hacer. Salir a la calle y ponerme a pegar tiros como el bigotudo de la Warner. Estoy hasta los cojones de todo: de los políticos y sus mentiras; de las estafas y los robos por doquier; de la corrupción en las altas esferas y en las bajas; de que toda esta mierda nos salpica siempre a los que menos tenemos que ver con los tinglados que tienen montados otros, que normalmente son los que dirigen algo: una empresa, un equipo, un país, un hospital... y esto me lleva a la gota que ha colmado mi vaso. Juré y perjuré que en este blog nunca hablaría de temas polémicos, por que es un blog personal donde hablo sobre mi, no es un lugar de denuncia social, ni un foro de debate. Pero esto me ha quemado el alma.

Resulta que el otro día fui a visitar a mi familia, y al llegar la estampa era digna de un pasaje del apocalipsis: mi padre, que nunca en la vida lo recuerdo más enfermo que un vulgar catarro, con 39 de fiebre, pálido, cetrino, sudoroso; mi madre idem, fiebre, debilidad, tos, náuseas; y mi pobre abuelita, la persona más buena del mundo (y he citado textualmente a mucha gente que la conoce), con todos sus achaques del corazón y fatiga crónica, sumadle más de 38 de fiebre y una tos persistente que debilitaría hasta el más rudo de todos nosotros. 

Mi padre, el más fuerte de los tres físicamente, reunió fuerza de voluntad para ir al médico, el cual, después de ni haberle mirado a la cara, supongo, por que si lo hubiese hecho no le habría dado sólo tres días de baja y una mierda de jarabe para la tos. Y yo me cago en todo su puta estirpe.¡Tres días! Ya me entran los siete males y me salta el resorte del hijoputismo del cerebro y me cisco en todo los muertos del facultativo, de ese y de todos los que ceden al chantaje del gobierno, que estipula no dar más de 3 días de baja, sabiendo que una gripe al menos es de una semana, pero claro, con 3 días de baja te quitan más de sueldo que con 4, por eso te van dando los días de 3 en 3. Y tú, con un estado débil y febril debes arrastrarte hasta la consulta del matasanos para que te de otros 3 días más; y tu jefe pensará que si tienes fuerzas para ir al médico, también las tienes para ir a currar. Cojonudo todo.

El caso es que todo esto está montado así por que lo dice nuestro presi, que es guay y sabe mogollón de medicina, valiente hijo de puta. Ratear pasta de ese modo tan indigno e ignominioso. Y luego lo de los medicamentos es pa mear y no echar gota, pues se les dará un plus a los médicos que receten los más baratos (y no me digan que no, menos efectivos). Y esto se lo tenemos que agradecer a la imbécil de la Pajín, que es más tonta que cagar de pie. Aunque, para que nos quedemos tranquilos, y copio textualmente una noticia sacada de internet: "No obstante, el médico siempre podrá prescribir al paciente el medicamento que considere más apropiado, tenga el precio que tenga, siempre que exista una necesidad terapéutica justificada." Ya... ¡Y mis cojones 23! Malditos hijos de Satanás, por unas perras más en su, ya, suculento sueldo, juegan con la salud en incluso la vida de la gente. Y aquí haré un inciso:

Hace un par de semanas, mis padres enterraron a una de sus mejores amigas de la infancia y un buen amigo mío a su madre, por que el médico que la trataba de temas de ansiedad y depresión, no se molestó más cuando hacía un tiempo le decía que se encontraba muy cansada, más depre que de costumbre, e incluso más torpe de lo normal. Él, que seguro que ni la escuchaba cuando la tenía delante en la consulta, sólo le recetaba más cantidad de lo de siempre. ¿Y saben que pasó al final? Un tumor en la cabeza. Imposible de biopsiar y de operar. En dos meses vimos como dejaba de conocernos, se le iba la cabeza, no podía no abrir los ojos y finalmente dejó de respirar. Una medalla para el campeón. Ojalá pese esa muerte en su conciencia toda su jodida vida.

Pues bien. El médico tonto del culo, les recetó a mis padres y a mi abuela un jarabe para la tos. Y a mi me dá la risa. Creo que no hay que estudiar un huevo de años para saber que cuando hay fiebre, no estamos hablando de un catarro, que te curas con un poco de leche y miel calentita,sudando en cama un par de noches. Y este imbécil va y les da un puto jarabe para la tos. ¡Una somanta de hostias le daba yo! Y así hasta 3 veces. Hasta que a mi padre se le hincharon los cojones y dijo que no volvía más. ¿Para qué? Pues si, padre, para qué. Tal vez para partirle la cara, por aquello de no hacer la vista en balde.  

Pero lo más jodido estaba por llegar. Yo me volví para Madrid viendo que  mi padre mejoraba y que ya había alguien sano que pudiese ocuparse de los demás. Pero mi madre seguía con fiebre y muy débil, y mi abuela en cama tosiendo sin parar. Mi madre estaba muy preocupada por la fatiga tan evidente que sufría mi abuela. Sacando fuerzas de donde solo una madre enferma sabe sacarlas, se la llevó a urgencias. Después de unas horitas de espera, por supuesto, las atienden. Y por fin dan con el remedio. La pobre mujer, tenía una saturación de 80. Osea, que casi no tenía oxígeno en sangre y una infección de las vías respiratorias... Nah! Nada que no pueda curar un poco de jarabe par la tos. (¡Y yo me cago hasta en d....ssss!) Me llama por teléfono para darme las novedades, y me dice que tienen que esperar, EN LA SALA DE ESPERA, hasta mañana por la tarde para que les den una cama. Y yo ya no encuentro palabras en ningún idioma para cagarme en todo. A todo esto, mi madre fatal de los fatales, a punto de caerse redonda allí mismo, y como no, nadie le hizo puto caso. Pero aguantó estoicamente hasta que al día siguiente, aprovechando que están en el hospital, va a su médico y ¡por fin! le receta un antibiótico. ¡Albricias! Sólo ha tardado 8 días en darte el medicamento correcto, medicamento con el cual no habría estado agonizando todo este tiempo y tendría fuerzas para atender con más diligencia a su madre. Todos mis peores deseos para esta individua.

Ayer tuve buenas noticias, al fin. Pero poco duró mi alegría. Mientras escribo esas líneas hablo con mi madre por teléfono y me dice que las cosas se han puesto peor. Ni ella ni mi padre mejoran, no tiene tanta tos, pero siguen débiles y con fiebre. Así que no pueden ir al hospital a cuidar de mi abuela. Así que, aquí me tenéis a las 0:43 del 10 de Marzo buscando un billete de bus en internet para salir por la mañana temprano para F. mientras me imagino a mi misma dándole dos buenas hostias a quien se las merezca. Mañana me planto allí y la voy a liar.


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