#b-navbar { height:0px; visibility:hidden; display:none }

jueves, 21 de marzo de 2013

MADRID 2020 NO


Pero que cansinos, joder. Que las Olimpiadas en Madrid van a ser un puto fiasco. Que no insista Señora Botella, que lo que no puede ser, no puede ser y además, es imposible.

No voy a entrar a criticar el tema económico, por que sobradamente se han pronunciado los madrileños, y creo que no es necesario aportar nada más a colación de esto. Yo, ahora mismo, aunque gallega de pura cepa, debo hablar como ciudadana madrileña, pues llevo desde el 2008 empadronada allí. No por gusto, si no por necesidad, pero eso no viene al caso. Madrid 2020 es totalmente inviable y punto. Y les voy a explicar por que no estoy a favor de Madrid como sede olímpica desde un punto de visto estrictamente deportivo.


Buena metáfora (www.elplural.com)


Primero decirles que mi NO rotundo no es por odio al deporte ni mucho menos, esta opinión viene de alguien que se ha dedicado al deporte desde los 8 años, primero como atleta, luego como estudiante, más tarde como entrenadora y ahora como mera aficionada. 

No hay nada más alto a lo que un deportista puede aspirar, la medalla olímpica, el "Oscar" del deporte. Se pueden tener muchos títulos: campeón gallego, de España, de Europa, del mundo... ganar este varias veces el mismo, en distintos años, en distintas categorías, en distintas disciplinas (100 y 200 metros lisos, por ejemplo), fulminar una marca anterior... pero la medalla más deseada por un atleta es la olímpica.

Para un deportista retirado de la competición, y para los que siguen en activo, por supuesto,  para amantes no practicantes del deporte... las olimpiadas son el acontecimiento deportivo más grande al que desearíamos asistir como espectadores (bueno, vale, excepto el fútbol, que el de las olimpiadas no le interesa a nadie). Ver como deportistas de todo el mundo luchan por una medalla, disfrutar de disciplinas que no son las tuyas, o que no se practican en tu país; admirar a grandes atletas en carne y hueso, a sus sucesores, etc

Que las olimpiadas se hagan en la ciudad donde vives, debe de molar mil, porque tienes la oportunidad  única de ver a la élite más selecta de cualquier deporte al lado de tu casa; puedes disfrutar con tus ídolos, que nunca más tan cerca los tendrás y puedes ver disciplinas que nunca has visto en directo. Debe ser genial eso de estar en tu casa, espanzurrado en el sofá y decir: voy hasta el pabellón deportivo a ver las clasificaciones de la gimnasia. Y estar allí en las gradas viendo al japonés Kohei Uchimura clasificándose, para el concurso individual, o la pedazo de ojazos, Aliya Mustafina, arrasando en las asimétricas, y luego irte a cenar unas tapitas y unas cañas con los colegas.

Pero hay que ser coherente. Se supone que los juegos olímpicos son para aunar países, naciones, para que los deportistas de todo el mundo convivan y compitan durante unos meses juntos en la villa olímpica o en instalaciones cercanas. Pero, y ahora me dirijo a las grandes mentes pensantes (y que, probablemente, no han hecho deporte en su puta vida) que propusieron Madrid como sede olímpica: no se si habían caído en el pequeño e irrisorio detalle (léase con ironía) de que Madrid no tiene mar. He ahí la cuestión. Mucho fardar de las infraestructuras, del transporte y no sé de cuántas gilipolladas más. En las noticias nos enseñan lo que ya hay y como se usaría, y lo que están haciendo. Pero nunca hablan de qué coño van a hacer con los deportes en los que se necesita el mar, un mar bravo, con olas y vientos que zarandeen e impulsen las embarcaciones, como por ejemplo en las regatas ¿Los van a llevar al retiro o al Manzanares? Me parto, ¿sabéis? Siempre omitiendo ese "ínfimo" detalle cada vez que se habla en algún medio de la candidatura. 

Yo tengo una teoría, y creo que no voy muy desencaminada: todos esos deportistas los deberán desplazar a Valencia, por cercanía, pienso yo; aunque con las súper ideas peregrinas de la Botella y sus secuaces, tal vez se los lleven hasta el norte, a Galicia, al País Vasco, total, una vez de andar de tramo por ahí, que más dan unos kilómetros más que menos, ¿que no?. Y todos esos deportistas ya no vivirán con los otros atletas en la villa olímpica, estarán a tomar por culo de toda la vorágine olimpistica y de la ciudad que está albergando un evento de semejante envergadura y repercusión, tanto mediática como deportiva. Un planazo, vamos.




¿Recordáis el desastre que fueron las olimpiadas de Atlanta, en 1996? Tanto para atletas como para espectadores, pues tuvieron una cobertura y unas retransmisiones penosas. Bueno, pues una de las cagadas más grandes, si no la más, fue eso mismo, el que la cuidad no disponía de mar, por lo que muchos atletas tenían que desplazarse con todos sus bártulos a casi 400 km (en tiempo son más de 3 horas y media), hasta la costa de Savannah, para poder competir en sus disciplinas correspondientes. Y, a mi parecer, como fiel seguidora de los juegos olímpicos desde hace unos cuantos años ya (más de los que me gustaría reconocer), puedo decir que esos fueron los peores y más desastrosos de toda la historia de las olimpiadas modernas, dejando boicots y otras desgracias aparte.

Así que, Señora Botella, hágame el favor y deje de dar por saco con Madrid 2020 (y de hablar en inglés).

Un saludo,

S.



        

No hay comentarios:

Publicar un comentario