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lunes, 24 de marzo de 2014

EL MÉTODO DEL OFERTÓN


Este sábado pasado estuve con unos amigos en Coruña, cenando y tomando algo. Cuando quedo con esta gente las risas están garantizadas, y las anécdotas subrealistas salen sin parar. 

Una de estas historietas dio para una idea grandiosa: crear un híbrido entre lo acontecido en la historia que contaba El Capitán Zancadilla, y un método para que la gente lo dé todo en las manifas de Madrid. 

Bien, El Capitán Zancadilla, nos contaba que estaba trabajando en una franquicia de aparatos electrónicos, en la cual un día se hizo una oferta:


 ¡LIQUIDACIÓN! 25% de descuento 


Y aquello fue una debacle de proporciones bíblicas. Las mareas humanas de gente loca que quería entrar y los desquiciados clientes que querían salir, eran incontrolables; y hubo que llamar a los antidisturbios. Sí, sí, como leéis, a los putos antidisturbios para que hiciesen una especie de muro de contención humano, para poder controlar la entrada y salida de las enfervorecidas masas por ese día "fiesta". Incluso grabó un vídeo de como no paraba de entrar gente y gente corriendo y tropezándose unos con otros. Un locurón.

Al fin de esta historia Bruce Lee hizo un comentario muy acertado: si la gente se tomase  tan en serio las manifestaciones, seguro que los de arriba se acojonarían de verdad.



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Al día siguiente tomando un chocolate con churros nos reíamos recordando la historia de los antidisturbios haciendo un cordón humano en una simple tienda. Es que... ¡manda huevos! 

El caso es que la conversación empezó a desvariar hacia la creación de un método infalible donde la gente se dejaría hasta los higadillos en la próxima marea humana. Lo llamamos "El Método del Ofertón", y os cuento en qué consiste:


En la próxima manifa se hará este tipo de anuncio:

"Marea humana contra los recortes en sanidad desde Atocha hasta Colón, pasando por Cibeles. 

Los mil primeros en llegar tendrán un 50% de descuento en artículos de electrónica"


Sólo el hecho de ver a la gente dándolo todo por las calles de Madrid, hizo que no pudiese parar de descojonarme durante un rato largo. Esto pasaba por mi mente: ver a la peña corriendo como posesos, en modo zombie, como los de la peli "Guerra Mundial Z", donde éstos corrían como animales y acojonaban de verdad.





Luego, al llegar a Cibeles, los enfervorecidos manifestantes toparían con un cordón humando formado por los antidisturbuios más cachas y fornidos de la comunidad de Madrid. En este momento, nuestros agresivos ciudadanos deberán convertirse en verdaderos espartanos y cruzar ese muro policial empujando. Este momento sería tan épico como cuando Leónidas  y sus 300 llegan al muro de cadáveres persas y grita: 


¡ESPARTANOS! ¡EMPUJAD!



Ciudadanos trabajando en equipo, marveeeloooous!

Y tras derrotar a los fornidos antidisturbios, ya sólo quedaría es sprint final para alcanzar entre los mil primeros la ansiada meta. Es el momento "Higlander "donde sólo puede quedar uno. El cuidadano correrá poseido por el espíritu de Carl Lewis, el hijo del viento. A esos mil primeros me los imagino llegando a camara lenta, echando los hígados por la boca, mientras suena de fondo "Charriots of Fire". Jodidamente épico. 





Así es como nace "El Método del Ofertón". Un método eficaz para que los ciudadanos lo den todo en las manifestaciones, para que se note que corre sangre por las venas de los españoles, y no horchata.









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