#b-navbar { height:0px; visibility:hidden; display:none }

sábado, 23 de febrero de 2013

CONVERSACIONES DE LA 3ª EDAD


¡¡¡JAJAJAJA!!! Me meo con los señores mayores en el mercado. Digo señores, por que en las plazas de abastos o mercados de barrio, generalmente, lo que te encuentras son señoras haciendo la compra. Los señores van a darle al palique con los fruteros o a los carniceros, o bien a hacer de mulo de carga a la parienta (como dicen ellos). Ayer me reí un rato largo con las conversaciones que me rodeaban en la pescadería:


Foto libre de derechos


-¡Urdangarín a la cárcel!- Decía todo indignado un hombre bajito, con barba de 5 días, de 70 y pico tacos.
-A la cárcel no, que sale muy caro y hay que darle de comer. Que devuelva todo lo que ha robado. - Le respondía su interlocutora; una señora con el pelo malva que pedía que le limpiasen el pescado y organizaba el orden de los recién llegados al puesto, por supuesto.
- ... y resulta que el sacristán le dio con el incensario en la cabeza al cura del pueblo.- Le contaba otro abuelete al pescadero mientras éste me hacía señas para que yo le pidiese.
-Creo que estaba este señor antes- Le digo, señalando a un hombrecillo vestido de azul marino que tenía a mi izquierda.
-No, no, si yo sólo pasaba por aquí a saludar. - Me dice el anciano mientras se va alejando y enzarzándose en otra conversación con el carnicero.
-Vale, entonces me pones salmón.- Le digo al amable pescadero.

En esto, por la amura de estribor, me aborda un hombre al grito de "¡Vengo a pescar pulpos!". Miro al pescadero, un chico rubio muy sonriente (que después de dos años aún no se como se llama) que cruza una mirada conmigo y se empieza a descojonar de la risa. Miro al hombre que me acaba de asaltar y veo que es  un pelín más bajo que yo, con una oscura sombra de barba, pelo castaño y gafas oscuras de sol. Nada más verlo se me vino a la mente la imagen del director del colegio de Sin Chan, al que llama "mafioso", por que este señor también tenía pinta de peña chunga. Noto que me mira detrás de las gafas como esperando una respuesta: 

-Pues no es fácil pescar pulpos.-Le digo.
-Yo he pescado pulpos en todas las playas de España. Porque, por suerte o por desgracia, conozco todas las playas de España. ¿Usted cree que es una suerte o una desgracia? Me pregunta.
-Mmmm... una suerte, ¿no? Le digo. -Así puede decir con total autoridad cuál es la playa más bonita del país.
-Pues es que yo era conductor del Talgo -me dice mientras me enseña su carnet de conductor de trenes- pero cuando lo de la Expo, en el 92, empezaron a hacer el AVE y me fui a la mierda... 
-Aham, ya, la Expo, si. -Asentía yo con la cabeza, mientras guardaba en la cartera la vuelta y el ticket.
- ... y una vez en una de esas playas, me ligué allí a un moza bien guapa, así como tú; porque yo era un mozo muy bien "plantao" y gustaba mucho a las mujeres. El "Pichaeléctrica" que me llamaban, ¿sabe usted?...

Yo no podía para de reirme, miraba al pescadero, tronzado de la risa, detrás del mostrador; un par de señoras que estaban detrás de mi, haciendo cola en la frutería hicieron, en su conversación, una pausa dramática para poner la oreja y escuchar la historia del "Pichaeléctrica"

Y allí dejé yo al "Pichaeléctrica" contando sus andanzas amorosas por las playas del Mar Menor y me fui a casa sin poder dejar de sonreír, ¡vaya personaje!



Mítico billete de 100 pesetas con Manuel de Falla en el anverso
(articulo.mercadolibre.com.ar)


Pero qué grandes son los abuelos. Cuántas horas no habré pasado riéndome o alucinando bellotas con las historietas y batallitas de mis abuelos y abuelas, en incluso de los abuelos que no eran los míos, cuando iba a casa de algún amigo, por ejemplo. Fueran verdad o fueran mentira, eran unas historias geniales. 

Me alegro de haber crecido y vivido tantos años con mis abuelos maternos, y muy en contacto siempre con los paternos. Es más, tuve la gran suerte de conocer a una bisabuela. Aún hoy recuerdo con nostalgia, cuando iba a visitarla a casa de mi tía, y ella nos daba, a mí y a mi prima, un billete de 100 pesetas para cada una. Un billete de 100 pesetas... ¡la virgen santa! Pero que mayor soy...





No hay comentarios:

Publicar un comentario