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martes, 13 de agosto de 2013

VUESTRAS HISTORIAS (I)



FRASE LAPIDARIA


Aunque nos conocimos en el sitio menos indicado por nuestros respectivos gustos y objetivos... la vida quiso que nos cruzáramos en un entorno que si no era por una cosa...era por otra...pero algunas de las personas que nos rondaban...tenían el hermoso don de despertar, en los momentos menos pensados, nuestra ira (que no quede demás aclarar que ahora en el recuerdo nos lo tomamos con gracia ¿o no Su?). 

Bien! en un día cualquiera, de los mencionados, fue cuando tuve la primera anécdota inolvidable contigo y es que resulta (paro para reírme sola y continuo) que despertaron un ligero enfado en tu persona, cabe decir que no recuerdo exactamente cuál fue el motivo, lo que provocó que soltaras la gran frase que hasta el día de hoy hace que nos descojonemos al contártelo como lo viví (como bien sabes...tengo, aunque no siempre, la capacidad de visualizar en mi mente ciertas frases) y la frase fue: 

"Aquí, o todos follamos o la puta al río" 

(en aquel momento no pude evitar imaginar como caía la pobre puta al río ajajaj).

SILVÍ, Madrid


¡¡¡JAJAJAJA!!! Es verdad. Cuánto me reí ese día, pero no por la parida que dije yo, si no por ver las caras del personal,  a ti, que no podías parar de reírte... Recuerdo a Mary pararse en seco, girarse y decirme: "Susana, ¿y esas palabras viniendo de ti? Como lo correcta que eres siempre hablando"; Nuri doblada de la risa;  Cris con los ojos como platos sin sabe que decir y Bea con el móvil en la mano: "A veeerrr, poneros para una fooooto..." y todas pasando mil por que estábamos despollándonos de la risa.

La verdad es que, como bien sabes, no me gusta acaparar la atención cuando hay un grupo de personas hablando. Pero ese día era necesario una intervención impactante para terminar con las gilichorradas que estaban diciendo. Fue concreto y conciso lo que dije, y todo el mundo entendió perfectamente que era mejor que lo hiciésemos todas o ninguna, como los de Fuenteovejuna. 

Si, fue una gran frase. Un frase épica dicha con vehemencia en el momento adecuado. Es que soy el puto amo ;-)


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LA FOTO

Cando estaba estudando en Lugo aínda nos escribiamos cartas de cando en vez. Nunha delas enviáchesme esta foto, que me encantou recibir. 

E si, lémbrome perfectamente do "piño" que levaches no tobogán. Pero do que máis me lembro daquel día en Segovia é da calor insoportábel e nin unha soa sombra en toda a pista!
























RAPOSA VERMELLA, Mondoñedo 


La verdad es que fue un viaje de lo más interesante y pintoresco. 

Recuerdo esa noche, anterior a una de nuestras competiciones más importantes (nos jugábamos ascender a primera división), que se nos dio por salir al parquecito que había detrás del hotel a montarnos en los columpios (cosa súper adulta y responsable). Creo que estábamos tú, Rita, Silvia, alguien más y yo. El caso es que después de saltar de un columpio me dije: woooo, un tobogán de espiral, ¡allá voy! Todo estaba en penumbra, y yo corría toda decidida hacia las escaleras, DE HIERRO, del tobogán. Como no había mucha luz, y los árboles hacía sombras, uno de los peldaños quedaba como invisible. Eché el pie para subirlo y, ¡AY! Tropecé con el peldaño fantasma. Qué hostia me di lavirgensanta. Recuerdo como nos reímos todas. 

Al día siguiente tenía un moratón brutal en la rodilla. Recuerdo que Marcelino me lo vio cuando estaba calentado: ¿y eso? Me pregunta.  Y yo: pues no sé... debí darme un golpe como la cama o algo...  Él negó con la cabeza y me preguntó si podría hacer bien mi relevo (en el 4x400), que si no ponía a otra. Yo lo dije: no hay fallo. Y así fue. Hice uno de mis mejores tiempos, ooooh yeeeeah!

Tambié me acuerdo que por culpa de Rocío casi nos tenemos que dar de hostias con un equipo de nosédonde. Que cuadro...

Y ahora te pregunto yo: ¿recuerdas lo que nos reímos de aquel cuervo gordo que no podía levantar el vuelo cuando atravesábamos Castilla? ¡JAJAJA! Yo aún sonrío cuando voy conduciendo por esa carretera y nos recuerdo muertas de risa en el asiento del bus diciendo: ¡¡¡aaahhhh jjajaja, un cuervo goooordooo!!!  ^_^    ^_^    ^_^


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EL EXAMEN

Un día en examen de prácticas de fisio de primero, íbamos juntos, intentaste ayudarme enseñándome con tu dedo lo que tenía que responder al profe para aprobar 

Estas cosas no se olvidan cuando estas jodido en un país extranjero....

TIMOTHEÉ, Lyon


¡Ay Tim! Que mala suerte tuviste. Que pena que tuvieses que dejar la carrera. Eras uno de mis compañeros favoritos.Recuerdo como en mi cabeza estaban las palabras y las repetía una y otra vez a ver si te llegaban. Pero no valió de nada...

Yo recuerdo que en mi examen de poleas, me tocó con Mathilde. Y estaba colocándole todo el sistema de poleas para la pierna derecha, y cuando voy a cogerle la pierna para colocársela en la cincha de sujeción, cogí la pierna contraria. Y ella me miró con los ojos muy abiertos, mientras me hacía una seña con la cabeza que decía: "es la otra pierna". Jajaja, menos mal, que me avisó por que habría sido una cagada monumental.



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CAMPAMENTO "AS SINAS" 1997

Recuerdo que me enseñaste que si remaba detrás de la estela de otro avanzaría más deprisa. 

Recuerdo una tarde sentadas en la acera del pabellón de los chicos de charleta con muy buena gente, recuerdo sentirme muy a gusto siendo yo a tu lado. 

Recuerdo una excelente piragüista y cualquier cosa que se proponga, el amor que sientes por tu tierra y por tu familia, recuerdo sentirme muy afortunada por haberme encontrado contigo y por contar contigo, tanto como lo siento hoy porque sigas estando por mi vida, aunque no nos veamos, me encanta verte por aquí de vez en cuando y sobre todo verte sonreír!!

Muchas Felicidades, Su!!!


Mucha Felicidad!!! Gracias por incluirme aquí!!!

BIBIANA, Vigo


Me alegra un montón que aún recuerdes esos días de verano, y que los recuerdes con tanta emoción.

Aún sonrío cuando recuerdo la canción que cantábamos para remar todos la unísono: "Un día Noé a la selva fue, puso a los animales alrededor de él." Que salíamos al mar hiciese bueno o hiciese malo. Alguna vez, cuando me entra la morriña de los años mozos, reviso las fotos y me río yo sola recordando la cantidad de paridas que decíamos a lo largo del día: "En un K2 reman 2", "Manuel Fortes, al teléfono verde", "Rita me la irrita"...

Recuerdo la cantidad de tiempo que mantuvimos correspondencia. Aún conservo todas las cartas que me enviaste. Recuerdo, también, con cariño cuando me fui a estudiar a Santiago, y que el destino quiso que tú también estuvieses en esa época por la cuidad del apóstol, y por fin, después de tantos años carteándonos, pudimos vernos, de nuevo, en persona.

Y después de algunos años si saber la una de la otra, nos encontramos en la redes sociales... el destino quiere que no nos separemos. Sea por métodos arcaicos, o por nuevas tecnologías, el sino nos quiere juntas.


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CANTA PARA SALIR DEL COCHE

El día que conocí a la escritora de este blog es un día que será difícil de olvidar, incluso, con las lagunas mentales normales que aparecen después de lo que bebí, cuando inocentemente solo íbamos a “tomar algo”.

Recuerdo que la cosa empezó en Alcorcón donde tomamos la primera de cervecita, después continuó en Fuenlabrada, primero durante bastante tiempo en el bar jajaja y después en vuestra casa. Allí como buenos anfitriones ofrecisteis beber de un gran pack de absenta con varias botellas de colores (yo tengo que decir que hasta ese día no la había probado), bebiendo de la negra, la más fuerte obviamente. 

Bueno tras ese peculiar sabor a puro fuego y de continuar la noche, algunos nos dimos cuenta de que teníamos que volver a casa desde Fuenlabrada sin metro, que ya estaba cerrado. La apuesta fue la siguiente: 

Bruce Lee y tú os ofrecisteis a llevarnos en coche a tres de nosotros hasta nuestro destino a cambio de 2 chupitos de absenta, negra otra vez, por supuesto, y otro de sake (prefiero la absenta, el sake sabe jodidamente raro). Cuando los tres nos conseguimos beber eso, algunos mejor que otros después de la que ya llevábamos encima…, bajamos al coche y empezamos el camino de la vuelta a casa. 

Empezó a sonar música en el coche y si no recuerdo mal… creo que era "Flogging Molly", pero pasada una canción volvimos un  poco a nuestra infancia con un surtido de canciones de pelis de Disney que empezó a sonar. Yo víctima del alcohol en sangre me tiré un all in diciendo que me sabía entera la canción “Hijo de hombre” de Phil Collins de la peli de Tarzán, así que, volvisteis a retarnos con que no volveríamos a casa a menos que cada uno se jodiera cantando una canción de Disney por el camino. 

No recuerdo bien como sonaría yo cantando ese día, pero no se si por que lo hice "to´ perfect", o porque no queríais que cantase más jajajaja, pero bueno me dejasteis en casita con mi borrachera. 

De los otros dos supe al día siguiente que se marcaron un dúo con la canción “Bajo el mar” de La Sirenita.

La verdad es que nos lo pasamos de lujo ese día y fue todo un placer conocerte!!!!! ;)  


MIKE, Alcorcón


Grandiosa. Esa es la palabra que buscas para definir esa noche. Decir: "vamos a tomar algo" es de 1º de Juergas Nocturnas, macho, parece mentira.

Recuerdo como te tiraste un órdago con lo de la canción de Tarzán, pensando: voy a decir esta que fijo que no la tienen. Y ver tu cara por el retrovisor en modo WTF cuando oíste los primeros acordes. ¡¡¡JAJAJA!!! Casi me meo de risa viendo tus gestos de "no puede ser, putos cabrones que la tienen y ahora tengo que cantar".

Reservo estas líneas para alguien que quiere dejarte un mensaje:





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31 DE DICIEMBRE

A veces es fácil. En ocasiones, lo sencillo es el recurso más seguro para acertar. Cuando uno quiere pasar un buen rato, perfila un plan. Algo no demasiado elaborado, sin muchas complicaciones. Unos cuantos amigos y un lugar agradable suelen resultar más que suficiente para que el tiempo cambie de marcha, modifique su velocidad y nos permita, aunque sea por un rato, sentirnos fuera de la rutina y el hastío diario.
Sin embargo, otras veces, la cosa se simplifica aún más. Cuando lo fácil es demasiado complicado, la excelencia de la sencillez puede convertir un momento no planeado en un recuerdo que resulte, simplemente, inolvidable. Y nada hay más sencillo que lo inesperado, lo sobrevenido, ese plan que nunca pincelamos y, sin embargo, se presentó por sí mismo.
Así ocurrió un 31 de diciembre. El último día del año, habitualmente plagado de compromisos familiares, deparó unos minutos para reunirse con algunos amigos y charlar sobre los planes para ese día. También para hacer balance del año que se marchaba y, cómo no, para comentar qué cabía esperar de los doce meses venideros.
En una fecha normalmente señalada por sus grandes y memorables noches, un rato al mediodía, ante la barra de un bar, nos brindó uno de esos momentos inesperados que uno recuerda para toda la vida. Vestido con traje y corbata, protegido del invierno madrileño con un grueso y pesado abrigo y cargando un repleto maletín, llegaba del trabajo en un día festivo para muchos. Ansioso de desconectar y no perder tiempo, me presenté de esta guisa en un bar al lado de casa. Allí, Susana y otro pequeño grupo de amigos ya esperaba, cerveza en mano, la llegada del resto.
Al segundo botellín, en mi cuello ya no había corbata. Mediado el tercero, la chaqueta descansaba en un taburete y las mangas de la camisa estaban dobladas sobre mis antebrazos. El tipo trajeado, fuera de la tónica dominante en el ambiente debido a su atuendo, no recordaba ya que venía del trabajo y que esa noche cenaba con su familia. Tampoco pensaba que necesitaría un par de horas de sueño para rehacerse después de aquel plan sobrevenido que se había alargado más de lo esperado. Simplemente disfrutaba.
Aquel día, planeamos algo que luego no fue como esperábamos. Sencillamente, fue mucho mejor. Porque, en la vida, las mejores cosas nunca se esperan. Vienen como vienen. Tocan cuando tocan. Al llegar a casa, pude quitarme el traje, el abrigo y los zapatos. El recuerdo de un momento imborrable, en cambio, aún lo llevo puesto. 
Y tú, Susana, estabas allí, formando parte de él. Por eso, te felicito en un día tan especial para ti y, sobre todo, te doy las gracias.



FRAN, Fuenlabrada


Gracias Fran. Para mi también fue un gran día, sobre todo al tener que pasarlo lejos de los míos. Pero eso ya no me entristece tanto, pues ahora siento que ya formo parte de otra gran familia. Ese día me sentí muy arropada. Reímos y bebimos, mientras las manos que sujetaban las cervezas se nos congelaban con el frío. Pero eso, ese día y en ese momento, era lo de menos. 

Cuando llegué aquí me acogistéis como a uno más, y  entré a formar parte de un grupo de lo más divertido. Me habéis enseñado sitios donde tomar buenos Gin Tonics, donde comer pizza de madrugada para reponer fuerzas entre garito y garito... y he corrido con vosotros por Atocha para coger el tren al grito de: "¡Corred, insensatos!".

La última que me liastéis, pedazo de cerdos, fue hacinarnos 5 personas en un Seat Ibiza, y poner a toda hostia en la radio desde el móvil la genial canción del Dioni "Pobre Raúl". Y no contentos con eso, la segunda vez que la pusiste (cabrón), se os dio por cantar a los 4 a grito pelado... y yo queriendo abrir la ventanilla para tirarme, hijos de puta... 

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FERROL ILUSTRADO


Pues ahí va mi humilde anécdota:

Como sabes hace mucho que tengo la oportunidad de conocerte. Todo comenzó en cierto FP, coincidimos de compis de prácticas, y en eses años tu Zen, Karma, Ying Yang etc… eran frecuentemente invocados para que tu ira no se desbordase, ya que teníamos ciertos compañeros/as, que nos ponían al límite. Sacando el lado gracioso de la situaciones…

Recuerdo aquel cómic reliquia, cual tesoro arqueológico que aun conservas bajo tu poder, lo cual me llena de orgullo y satisfacción  y porque no, ¡coño! Con el paso de los años lo mirarás y esbozarás una sonrisa mirando ese Picasso y recordando eses momentos que aunque exagerados eran verídicos, jajaja…

Pero recuerdo cariñosamente otra anécdota que incluiré:

Recuerdo que era jueves por la noche, y me llamaste porque íbamos a salir por ahí, pero antes tenías que pasar a recoger unos trajes de época.
Yo accedí encantada a ayudar y de paso veía como era el tema de la recreación histórica y ese rollo que siempre me llamó la atención, para bien.

El caso es que sin comerlo ni beberlo pasé de ir de  acompañante/auxiliar, a formar parte del cotarro, me encasquetaron un vestido azul claro de dama antigua, que no le faltaba detalle, su can-can, su pamela,sus guantes, su abanico… Y yo muerta de vergüenza con una gran gota de sudor encima de mi cabecita y murmurando: solo se me ocurre a mí…

Total que yo era la salvación de ese grupo, que si no salía yo pues tendrían que organizar de otra forma y no quedaba tiempo para más.

¡Y llego el gran día!:

Me puse ese vestido tan mono de época, que casi me asfixio,  por que hacía una calor de tres pares de cojones, y yo sin aire dándole al abanico. Y allí a lo lejos te veo O_O  vestida de guerrillera con una carabina… y pienso: ¿pero esta tipa donde va? (ilusa de mi pensando que irías de dama como yo...)




Total que vino una calesa de caballos, nos montamos todas las damas en ella, saludábamos tal cual realeza a los ciudadanos presentes. Eso fue lo mejor de todo…


AMELIE, Carballo

La verdad es que fue un día súper divertido. Aunque lo más recuerdo fue el calor que hacía y que pasamos todos vestidos con esos aparatosos ropajes, y yo con el mío, que llevaba un montón de capas y una chaqueta y falda de paño.

Me hacía gracia veros en la calesa saludando al gentío allí congregado, como la Reina de Inglaterra, pero en guapas y jóvenes. Se os daba muy bien en movimiento de muñeca en plan: yo te saludo, populacho, rendidnos pleitesía. ¡¡¡JAJAJA!!!

Y otra cosa que recuerdo fue, que acaparasteis las portada de la Voz de Galicia. Está claro que el fotógrafo eligió a las más guapas, estilosas y delgadas de toda la manada... por que aquello parecía un puto criadero de manatíes.









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